CULTURA

Ana Vernia: “Creo en el poder del arte como elemento transformador para complementarnos como personas”

La artista expone en Les Aules ‘La aventura del rostro’

  • La artista Ana Vernia.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

CASTELLÓ. “Frente a toda la inteligencia artificial que tenemos delante nos estamos empezando a dar cuenta de que lo verdaderamente importante son las experiencias”. Así lo apunta la pintora Ana Vernia (Burriana, 1976) mientras recorre el Espai Cultural Obert-ECO Les Aules que la Diputació de Castelló ha cedido para su exposición ‘La aventura del rostro’, una de las muestras más interesantes que se puede ver en la provincia en las últimas fechas.

Y es que Vernia cree, sobre todo, en la capacidad que tiene el arte de devolverte esas experiencias que ella reivindica. “Creo al cien por cien en la cultura. El arte dispone de poder suficiente como para actuar de elemento transformador y necesario para completarnos como persona y también para mejorar el mundo”. En este sentido lamenta que las administraciones no lo vean como algo prioritario, aunque reconoce que las cosas están cambiando a mejor últimamente y en nuestro país se está empezando a tener en cuenta un poco más como ya ocurre en otros lugares del mundo. Para muestra, la confrontación que hace la artista frente a la inteligencia artificial. “Nos llueven las imágenes de IA y con ello la necesidad que estamos empezando a sentir de que lo mejor que nos puede ocurrir es ir acumulando sensaciones vividas y experiencias”. Y ahí es donde Ana Vernia pone el foco, “dado que, honestamente, opino que la cultura es el motor que lo mueve todo”.

La muestra de Las Aulas pone el foco en los rostros, que son un territorio en el que la pintora experimenta, cuenta historias y busca los recovecos escondidos que tenemos todas las personas. “Entiendo el rostro como mi lienzo en blanco, donde construyo lo que veo de cada uno”.

Esta es la primera exposición individual de Vernia desde que trasladó su taller de trabajo al centro de Castellón. En ella muestra los cinco últimos años de su creación, centrados en los rostros en general como sustrato de investigación plástica y en el retrato en particular, aunque también se pueden ver varios cuadros del periodo justo anterior que “conversan” de una manera natural con el resto. Se aprecia con detalle ese periodo de transición entre un momento y otro, en el que la pandemia y el encierro puede que tuvieran algo de culpa en ese movimiento hacia delante que realizó. Ella también reconoce ese proceso de mudanza. “Vengo de un momento en el que mi trabajo tenía resonancias del expresionismo, del surrealismo, de todo lo onírico… Es en lo que he estado centrada en los últimos 15 años, sin contar con estos cinco últimos en los que me he enfocado más en el rostro”. En la exposición que se puede ver estos días se aprecia de manera clara esa transición puesto que la artista ha colocado su obra de manera que dialogan esos cuadros en los que trabajaba la mancha e incluía textos y los últimos retratos. Hay también otros en los que los animales son las figuras principales y donde, precisamente, ya se reconoce el protagonismo que Ana le da a sus rostros. “La naturaleza nos mira y nos dice que está ahí”, apunta. Porque en ese momento previo al actual está latente la relación del ser humano con la naturaleza. “Se ve como poco a poco me voy yendo hacia la figuración, que es la antesala de lo que vendrá luego, que son los retratos de personas.

En esta exposición se ve muy nítidamente esa transición. Dialogan entre sí esas dos etapas. Combinan muy bien”. Preguntada si no se cuestionó en algún momento realizar la exposición únicamente de retratos, puesto que en su taller tiene más obra que podría haber sido expuesta, reconoce que “una muestra solamente con retrato es demasiado densa. Ten en cuenta que el retrato es mucha información”. Y esa cantidad de datos del retratado se ve. No es solo que ella lo cuenta sino que se aprecia todo ese trabajo previo que ha realizado con la persona que luego vemos al mirar el lienzo. Son obras coloristas en las que aparecen rostros de gente conocida, como el artista Juan Ripollés o la cantante castellonense Bárbara Breva. También podemos ver a la propia Vernia, a su marido y a su padre, Santiago Vernia. Son estos trabajos en los que hay decenas de detalles añadidos con los que la pintora busca transmitir mensajes y sensaciones que le provocan esos modelos. “Los entrevisto antes, claro. Lo ideal es tener un encuentro con la persona a la que voy a retratar. Me cuenta su historia, las cosas más relevantes que le han sucedido, yo le hago también preguntas y acabo preparando lo que llamo un story telling. Y esa narración que preparo la traduzco a un lenguaje mágico, metafórico y casi te diría que metafísico. Es lo que intento plasmar”.

Vernia explica que hace retrato desde siempre. “He trabajado mucho el retrato para encargos y exposiciones privadas, pero nunca me había atrevido a mostrarlo y que formara parte de mis exposiciones y proyectos. Hasta que me dí cuenta de que a mí lo que más me atraía eran los rostros, su expresión, su psicología. Y poco a poco he ido focalizando lo que realmente me interesa. Vamos cumpliendo años y hay que centrarse en lo que nos motiva”.

Ana es farmacéutica de formación, aunque siempre tuvo claro lo que quería hacer. “Tengo vena creativa desde pequeña, pero en aquel momento no sabía muy bien si eso podía ser un trabajo y podía yo dedicarme a la pintura. En cualquier caso los estudios científicos que hice es posible que estén también ahora en mi yo creativo”.

Resalta el apoyo familiar que siempre tuvo cuando decidió dar un giro a su vida y darle voz únicamente a su necesidad artística. “La familia siempre me ha apoyado. De alguna manera mis padres también me inculcaron el arte”. Según detalla, su padre y su madre (la médico María Dolores Miralles) siempre han vivido participando activamente en la vida cultural de la provincia. “Siempre estaban en jornadas culturales, cultivando su afición a la fotografía, participando en asociaciones, invitando a la rebotica de la farmacia de mi padre a músicos, poetas… Eso es lo que yo he vivido de pequeña. Y luego está la figura de mi abuela. Yo siempre cuento que la madre de mi madre fue mi influencer. Yo iba a pintar con ella de niña, y eso fue seguramente el detonante de mi inicio artístico”.

Hasta el día 13 se puede visitar ‘La aventura del rostro’ y comprobar ese hilo conector que une de forma coherente todos los proyectos que han centrado el trabajo de la burrianense en los últimos años. “Mi intención es que esa sutileza con la que subyacen las ideas en mi obra hagan de ella un elemento útil para cualquier persona en cualquier contexto”. De ahí su convencimiento de que el arte te proporciona esas experiencias “tan necesarias justo ahora en el que somos cada día más tecnológicos”.

Ana Vernia obtuvo en el 2015 su primer premio de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y el primer premio en el Salón de Otoño del Ateneo Mercantil de Valencia. Ha realizado exposiciones en España y en Europa, y su obra está presente en numerosas colecciones privadas e institucionales.

Recibe toda la actualidad
Castellón Plaza

Recibe toda la actualidad de Castellón Plaza en tu correo