VALÈNCIA. Cuando apenas quedan unas semanas para el ecuador de la legislatura, la portavoz de Cultura de Compromís en Les Corts Valencianes, Verònica Ruiz, analiza la actualidad de un área que en dos años ha tenido dos consellers: Vicente Barrera (Vox) y, actualmente, José Antonio Rovira (PP). La de Compromís atiende a Culturplaza, además, en un mes cargado de noticias en este área, con las llegadas de Blanca de la Torre o José María Lozano al IVAM y al Consell Valencià de Cultura respectivamente o la reciente sentencia que determina que el despido de José Luis Pérez Pont al frente del Consorci de Museus es improcedente.

-La actualidad manda. Hace apenas unos días se declaró improcedente el despido del exgerente del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, y el Consejo General ha adoptado la decisión de indemnizarlo y no readmitirle, ¿qué valoración hace? 

-Es la sentencia que esperábamos. Sabíamos perfectamente que habían despedido a Pérez Pont a través de mentiras y calumnias. Me lo esperaba perfectamente porque todos sabíamos cómo trabajaba Pérez Pont. Yo misma tuve la oportunidad de trabajar con el Consorci desde el Ayuntamiento de Castelló y sé que era una persona que le dedicaba todas las horas del mundo y con poco personal. La sentencia ha ratificado lo que ya sabíamos, que era una gran mentira, una más de todo lo que ha estado ocurriendo desde que Carlos Mazón y su equipo está en las instituciones valencianas. Al final, no se trata solo el Consorci, sino también del IVAM, el IVC o el Consell Valencià de Cultura. Están debilitando las máximas instituciones culturales de una manera sorprendente, porque no puedo comprender qué interés tienen en acabar con la libertad, la diversidad y la agitación cultural. No se comprende. 

 

-Desde Compromís se mantiene que fue un cese político. Si bien, en el ámbito artístico, en este año, no ha llegado a cambiar el proyecto del CCCC. 

 

-Es que se sigue programando lo que dejó preparado Pérez Pont. A partir de ahora veremos lo que prepara su nuevo gerente. Es sorprendente que se cambie a un profesional que trabaja con total independencia y sin ninguna intromisión política por una persona que no presenta ningún proyecto. Explicación racional no tiene. Por tanto, ¿qué es lo que entendemos que quieren hacer? Acabar con todo lo que no controlan.

 

-Con la elección de Nicolás Bugeda como gerente se prometió la creación de una dirección artística que sí saldría a concurso y con proyecto, aunque finalmente ha sido descartado. 

 

-Al final no es la decisión que ha tomado la Conselleria, es que es la única decisión que se puede tomar. No se puede hacer una bicefalia porque no hay ningún informe que dé apoyo a poder realizar administrativa y jurídicamente esa bicefalia. Me sorprendía muchísimo cuando el propio conseller Barrera o la secretaria autonómica afirmaba que quería hacer esa bicefalia mientras que nosotros pedíamos la documentación y veíamos que los informes eran desfavorables. Uno detrás de otro. No se podía hacer y mintieron. 
 

 

-El actual gerente, Nicolás Bugeda, ha sido especialmente crítico con la labor de Pérez Pont y también del Botànic, hablando programación “provinciana” y de un “modelo del Botánico fallido”, ¿cómo lo valora? 

-Esta persona, que no es un profesional de la cultura y lo denota las malas decisiones que está tomando, no tiene credibilidad. De hecho, las datos precisamente del Botànic son los que le dan credibilidad al anterior relato. Teníamos un profesional que multiplicó a la máxima potencia las visitas al Centre del Carme. Trabajó en Castelló, en València y en Alacant de todas las maneras que podía trabajar sin casi personal. Los profesionales dicen públicamente que tenían un espacio donde trabajar de manera libre. Ahora ya no. 

 

-Hace unos días se eligió a Blanca de la Torre como nueva directora del IVAM, ¿Qué valoración hace de su nombramiento? 

- Yo solo le deseo suerte y aciertos a la nueva directora del IVAM, que es lo que le hemos de desear como ciudadanos que estimamos la cultura. Me pongo en contra de las políticas de la Conselleria, no en contra de los técnicos. Contra una profesional no tengo nada que objetar, ella ahora tendrá que demostrar su valor. Lo que me parece sorprendente es que ella toma posesión del cargo y Cultura todavía no ha publicado su proyecto. Y eso sí que me parece una falta de respeto, no solo para la ciudadanía, sino para el mismo Consejo Rector, que el día de antes de que tomara posesión no pudieron verlo. Eso es una anomalía. Con todo, le deseamos suerte, lo que queremos es que el IVAM sea una institución de renombre internacional y de calidad. 

 

-Coincidiendo con su llegada, en estos días el Partido Popular ha presentado una enmienda para modificar la Ley del IVAM, eliminando las menciones al Código de Buenas Prácticas y reduciendo la presencia de profesionales externos en el Consejo Rector. Desde Compromís se ha calificado la propuesta de "asalto" al museo. 

 

-Es un asalto en toda regla. Cabe recordar que la Ley del IVAM salió adelante por unanimidad de todos los grupos parlamentarios que ocupaban la Cámara de Les Corts. Unanimidad. El mismo Partido Popular que ahora gobierna votó a favor de esa ley ahora quiere controlar el máximo órgano directivo del museo. ¿Cuál es la razón? Quieren controlar las instituciones culturales. Recordemos la época de Consuelo Císcar, que era la última etapa del Partido Popular. Ahora quieren cambiar la ley por la puerta de atrás, sin tener ningún debate parlamentario. Es un asalto en toda regla. Cuanto menos profesionales tengas, cuantas menos voces y diversidad tengas, más controlan las decisiones del museo.

 

 

- La secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tebar, habló de una necesidad de "optimizar" y, en referencia al Código de Buenas Prácticas, señaló que "se estaba elevando a rango de ley algo que no lo tenía”.

 

-Es cierto, no tenía rango de ley, ni quieren hacerlo tampoco ellos, no les interesa seguir el Código de Buenas Prácticas. Pero que hablen de optimizar cuando lo que está haciendo verdaderamente es callar las voces diversas dentro del máximo órgano del IVAM me parece muy cínico. Ella misma [Tébar], cuando era presidenta de los profesionaes de artes plásticas [Associació Valenciana de Crítics d'Art (AVCA)] hacía comunicados en los pedía diversidad, transparencia y buenas prácticas. Ahora hace lo contrario. 

 

-¿Es el Código de Buenas Prácticas la única manera de trabajar en un marco de buenas prácticas? 

 

- Es un mecanismo, no es el único, pero es un mecanismo. El Código de Buenas Prácticas surgió a demanda del propio sector profesional cuando llegamos al Botànic, después de tener unas instituciones culturales completamente denostadas, desprestigiadas y salpicadas por la corrupción. ¿Es el único mecanismo? No, es un mecanismo. Otro mecanismo sería legislar, hacer una Ley de Derechos Culturales. Yo misma hice una propuesta que fue votada en contra por las dos derechas parlamentarias. Seguimos trabajando, en todo caso, en ella, queremos impulsar una ley participada por el sector profesional.

 

-¿Cuál es el objetivo de esta ley? 

 

-Blindar unas cuestiones básicas de derechos de la ciudadanía de acceso a la cultura, de derechos de los profesionales y participación activa en las decisiones de la cultura, que haya unos mínimos de instalaciones culturales, trabajadores y presupuesto. Es elevar a rango de ley cuestiones como el Código de Buenas Prácticas, cuestiones como cómo debería funcionar la Filmoteca o en materia archivística, por ejemplo. Se trata de una ley paraguas bajo la que estarían otras sectoriales. No estamos inventando nada, es algo que ya existe en otras autonomías. Con ella, cuando haya cambios de gobierno, el sector cultural no lo sufriría como lo está haciendo actualmente. 

 

-El presupuesto de Cultura para 2025 ha crecido en el global, aunque con recortes en los principales organismos culturales y marcado por la Dana, ¿qué valoración hace?

-No hay diferencia ideológica entre el presupuesto de Barrera y el presupuesto de Rovira. Es un presupuesto que continúa con los recortes que inició en el sector editorial que apuesta por la lectura en valenciano y que continúa regando económicamente a Lo Rat Penat o a la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), además de pagar 300.000 euros a la Fundación Toro de Lidia o el recorte de seis millones al Institut Valencià de Cultura (IVC), que ya de entrada siempre necesita personal. El problema fundamental es que no hay proyecto definido, no sabemos a dónde van. 

 

-La Conselleria de Cultura señaló que los recortes iban aparejados con la ejecución de otros años. 

 

-Esto lo dice un conseller que no tuvo la capacidad de ejecutar el presupuesto de 2024. La ejecución del presupuesto del IVC es mínima, así como la de la Dirección General de Cultura o la Dirección General de Patrimonio. La excusa no puede ser la Dana. Y por eso los sectores culturales han pedido en distintas ocasiones la dimisión del propio conseller o del director del IVC.

 

 

-En la pasada Comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda afeó a Rovira la falta de información sobre su Plan estratégico.

-El conseller Rovira, en su primera comparecencia como conseller de Cultura, anunció varios planes, el Restaura o de industrias culturales. Cuando pedimos los planes, la respuesta oficial es que no hay plan, no hay expediente para contratarlo. Tampoco sobre la supuesta reformulación anunciada del IVC. No hay nada.

 

- En la batería de nombramientos de los últimos días, José María Lozano ha tomado posesión como presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), una cuestión que ciertamente estaba pendiente de resolverse de la pasada legislatura.  

-Es cierto que la presidencia del Consell Valencià de Cultura la denomina el President o Presidenta de la Generalitat, pero cabe destacar que el profesor Grisolía era una persona de consenso por parte de todos los grupos y miembros del CVC. Lozano tiene a 14 personas, de 18, en contra. Es decir, que no es una persona de consenso, es una persona impuesta. Si quieres gobernar para todos y para todas no puedes ser autoritario, deberías encontrar consensos. Y Lozano no es una persona de consenso, y no lo digo yo, se dijo esta misma semana en el propio Consell Valencià de Cultura. 

 

-Caminamos al ecuador de la legislatura. Han señalado las cosas en las que no están de acuerdo con este gobierno, pero si tuviera que destacar al menos una medida positiva que cree que se ha tomado en este tiempo, ¿cuál sería?

 

-En el momento en que todos los sectores culturales se unen para alzar la voz en contra de las decisiones del gobierno de Mazón, no puedo estar de acuerdo con ninguna de las medidas y decisiones que han tomado hasta ahora. Me encantaría poder aplaudir decisiones que se hacen, pero es que no me dan opción.

 

-En la anterior legislatura también hubo críticas de los profesionales y, de hecho, se pidieron dimisiones en el IVC, ¿cuál es la diferencia entre esas críticas y las de ahora?

 

-La cultura debe ser crítica, por supuesto. La diferencia es la voluntad de hacer las cosas mejor, de aumentar los presupuestos, de llegar a consensos y de entenderse. Teníamos un proyecto. Esta voluntad ahora no existe, todo lo contrario.