CASTELLÓ. El cantante, compositor, actor y modelo cubano Yotuel (La Habana, 1976) es, por encima de todo, el líder de Orishas. La banda, creadora del hip hop afrocubano, representa un bastión de resistencia cultural y crítica social y sus letras canalizan las tensiones entre identidad nacional, diáspora cubana y los límites impuestos por el discurso oficial del régimen. Son el plato fuerte del Rototom, donde actuarán el 22 de agosto, y Yotuel avisa a sus seguidores que en Benicàssim se verá un concierto como nunca hasta ahora en los 25 años que cumple ya la banda: “Será la puta hostia. Cada vez nos vamos perfeccionando más”.
El cantante, popular también en España por su papel en la serie ‘Un paso adelante’, no esconde su desgarro cada vez que se habla de la situación tan dramática que se vive hoy en día en Cuba. Quizá es por eso por lo que sigue pensando que su participación en la canción ‘Patria y Vida’, hilo conductor de las protestas en su país de 2021, es el punto de inflexión de su carrera musical. Con Orishas sigue trabajando para entregar al público no solo buena música sino también reflexión “desde el apoyo, siempre, a los más desfavorecidos”.
— ¿Qué show vais a traer a un festival tan masivo y tan particular como es el Rototom?
— El concierto que daremos en el Rototom va a ser la puta hostia. Llevamos tiempo ensayando y preparando con los músicos de la banda los nuevos arreglos de nuestras canciones para esta gira que estamos dando. Cada vez vamos perfeccionando más. Rototom no ha visto nunca este nuevo formato de show que llevamos, porque está siendo nuevo para todos, incluso para los fanáticos de Orishas. Donde lo hemos testado a día de hoy, Lanzarote, Tenerife, Valencia y otros sitios donde también hemos tocado, el resultado ha sido apoteósico. Creo que no me equivoco si afirmo que se está presenciando estos días el mejor espectáculo de Orishas en 25 años.

- Orishas
— Son 25 años con algunos cambios en el grupo...
— Estamos muy contentos de haber renovado la banda con sangre nueva, sangre fresca. Al respecto, nos ha pasado algo muy bonito y es que la mitad de los músicos que están con nosotros han crecido con Orishas, han estudiado nuestra música en la escuela de arte, la han tocado previamente y han cantado los temas. Hemos pasado de ser una banda a ser una familia.
— Pese a los cambios, ¿sigue siendo intocable para vosotros esa búsqueda de la igualdad social y el contenido político en las canciones?
— Eso es intocable e inamovible. Es la esencia de Orishas. Lo que escuhas en los discos ‘A lo cubano’, ‘Emigrante’, ‘El kilo’ o ‘Antidiótico’ son canciones que llevan en sí mismas una reflexión y un mensaje, apoyando siempre a los más débiles.
— ¿Qué buscáis cuando escribís esas letras?
— Uno no busca nada, a uno lo buscan. Nosotros lanzamos las canciones y son ellas las que encuentran ese público. La gente entiende que ese tema le pertenece porque le manda un mensaje, porque le da pie a una reflexión, porque empodera un movimiento, porque conlleva un testimonio y porque se inciviliza a una generación. Nosotros nunca hemos escrito una letra para provocar algo o a alguien sino que hemos escrito desahogos que han conectado con generaciones de personas.
La gente entiende que ese tema le pertenece porque le manda un mensaje, porque le da pie a una reflexión
— Cuando empezasteis, ¿teníais referentes de músicos que mezclaran hip hop con música cubana?
— No. No existía.
— ¿Vosotros lo creasteis?
— Sí. Nosotros creamos esta locura que surgió como accidente en el contexto de que queríamos hacer rap cubano, pero para ello necesitábamos tener el rap y el son del país juntos, había que mezclar y fusionar, porque de otra manera no hubiera sonado nunca cubano. Hay una cosa que ya teníamos claro en esa primera etapa, y es que la gente, cuando escuchara a Orishas tenía que decir de inmediato que era una música que venía de Cuba. Nuestra pretensión es que reconocieran como cubano cualquier tema nuestro que oyeran por primera vez. Eso precisamente es lo que ha posibilitado que la banda haya trascendido a lo largo de la historia. Hoy en día, cuando tocamos canciones que escribimos hace 25 años siguen teniendo el mismo efecto en la gente y siguen sonando igual de actual que entonces. Eso es lo bueno del grupo, no hemos tenido que renovarnos. Sin querer sonar pretencioso, considero que Orishas fue un producto muy adelantado a su época.
— ¿Se entendió en vuestros inicios?
— Cuando en el año 2000 llegamos a España la gente no entendía nada. Empezaron a sonar nuestros discos, ‘A lo cubano’ y ‘Emigrante’, y nos miraban y se preguntaban qué era eso que estábamos haciendo. El público estaba acostumbrado a ver un rap con corriente americana y, por la parte cubana, lo que les sonaba era un son más al estilo de Compay Segundo. Entonces llegamos nosotros y se toparon con unos chavales haciendo una crítica social desde el rap en el que de buenas a primeras entra un son tradicional, un tres (instrumento cubano) y unas maracas. Eso fue tremendo.
De hecho, actualmente, cuando escucho cantar a Don Patricio (Yotuel se pone a tararear uno de los temas del músico español), ahí veo la herencia de Orishas. O cuando suena C. Tangana, también entonces reconozco la influencia de Orishas. Es bueno haber sido un pilar para todo este rascacielos de movimiento urbano que hay hoy en día, y que es gigante. Cuando pones pilares tan fuertes en la tierra puedes edificar lo que quieras arriba. Y ahí está Calle 13, D. Yankee o Don Omar. Los pilares de los que hablo están hechos de música, de compromiso social, de escribir temas no para sonar en un playlist sino por rabia a contar las cosas que están pasando. Eso de que si no suenas en Spotify no eres artista no es cierto. Qué suerte que Orishas nació en un momento en el que la música era un deber y no una obligación.

- Yotuel
— La industria musical ha cambiado en los últimos años, ¿lo habéis notado como banda?
— Sí, pero no nos ha afectado. Orishas salió y la única promoción que hicimos fue furgoneta y a tocar en el mundo entero. En todos los bares, barrios, pueblos y en cualquier lado. No hay mejor promoción que esa, tocar en vivo.
— ¿Os sentís cómodos siendo los representantes de la cultura cubana fuera de vuestro país?
— Estamos muy contentos de haber sembrado un prestigio de la música cubana para el mundo, porque Orishas es un referente de calidad. Es una mochila que pesa porque tiene una sustancia que hoy en día es muy difícil de conseguir. Estamos muy orgullosos de saber que representamos al registro cubano con tanta calidad.
Estamos muy contentos de haber sembrado un prestigio de la música cubana para el mundo, porque Orishas es un referente de calidad
— ¿Os habéis arrepentido de algo en estos 25 años?
— Volvería a hacer lo mismo que he hecho con esta banda. No hay nada en lo que pueda sentir la necesidad de cambiar algo. Cada proceso y camino tomado por Orishas lo volvería a repetir, siempre.
— ¿Qué ha significado para ti formar parte de la canción ‘Patria y Vida’?
— Yo siempre había intuido que la música era poderosa hasta el momento que compusimos ‘Patria y Vida’ (junto a Gente de Zona y Descemer Bueno). Ahí vi que no era una suposición sino un hecho, una certeza. A nivel musical es lo más grande a lo que un artista puede aspirar, porque con ese tema se entró en el corazón de mucha gente. Y a los cubanos les motivó a una decisión de buscar un futuro mejor en su país enarbolando una canción. ¿Qué más poderoso hay que eso? No hay otra, cuando la música te lleva a hablar en boca de tantos millones de cubanos, y de buenas a primeras sentir que todos escucharon lo mismo que tú cuando estabas cantando ese tema, no hay otra. Hubo muchísima gente que me dijo que llevaban años esperando una canción así. Eso es muy poderoso.