VILA-REAL. Continúa sin arrancar el Villarreal 2025/2026. El triangular frente a Genova y Real Oviedo dejó malas sensaciones para el conjunto groguet, que perdió 1-3 ante el Genova en un partido muy gris de todo el equipo y empató sin goles ante el conjunto carbayón en un encuentro en el que las únicas notas positivas las dejaron Sergi Cardona y Etta Eyong. 

Además, la peor noticia para los de La Plana Baixa es que en los últimos minutos del choque contra el Genova salió del campo lesionado Willy Kambwala, que hizo un mal gesto en su rodilla derecha en la jugada que terminó con el tercer gol italiano. Con todo, después de cinco partidos amistosos el Villarreal sigue sin ganar y sin dejar buenas sensaciones a excepción de algunos tramos contra el Sporting de Portugal. 

Malos minutos contra el Genova

En el primer encuentro Marcelino optó por un once en el que alternó titulares con jugadores que, previsiblemente, serán menos habituales. Colocó a Diego Conde en portería, Altimira en el lateral derecho, Rafa Marín y Kambwala como centrales, Pedraza en el lateral zurdo, Comesaña y Parejo en el doble pivote, Tajon Buchanan en el interior diestro, Yeremy en el interior izquierdo y Gerard Moreno y Danjuma en punta. 

El encuentro comenzó muy animado, con Parejo como gran protagonista porque a los siete minutos el madrileño cometió un error impropio en él que puso el gol en bandeja a Norton-Cuffy y sólo ocho minutos después fue él mismo quien colgó el córner que terminó con el remate y el tanto del empate de Kambwala. 

Tras los dos goles bajaron las revoluciones del encuentro y el conjunto italiano, que finalizó 13º la pasada campaña en la Serie A, se hizo con el control del balón y provocó un penalti tonto de Yeremy Pino que convirtió Vitinha a pesar de que Diego Conde detuvo el primer envío. 

Con el 1-2 Marcelino dio entrada a Mahmoud Barry para sustituir a un Tajon Buchanan que apenas llevaba un par de entrenamientos con el equipo amarillo. Desde ese momento mejoró algo el Submarino, que empezó a encontrar a Gerard Moreno y a Danjuma con más asiduidad, aunque sin crear demasiado peligro más allá de un disparo alto del delantero neerlandés. 

De hecho, fueron los italianos quienes volvieron a marcar en una jugada en la que Willy Kambwala sufrió una caída que dejó sólo al danés Albert Grønbæk, que marcó el 1-3 mientras el central franco-congolés se lamentaba en el suelo por un mal movimiento de su rodilla derecha que le hizo retirarse del campo aparentemente lesionado y dejar su lugar al joven Jean Ives Valou. 

En general, los 45 minutos frente al Genova fueron bastante grises para un Submarino que en ningún momento pudo hacerse con el dominio del balón y que pagó dos errores individuales, uno de Parejo y otro de Yeremy, y una desafortunada jugada en la que Kambwala quedó fuera de combate. 

Las caras largas de los futbolistas lo decían todo y la posterior tanda de penaltis no ayudó a mejorarlas porque un error de Parejo terminó significando un nuevo triunfo del equipo italiano, que se llevó también el punto correspondiente a la tanda de penaltis. 

Sin goles y sin fútbol ante el Oviedo

Para el segundo encuentro frente al Real Oviedo, Marcelino alineó a once futbolistas diferentes, en este caso a Luiz Júnior en portería, Pau Navarro en el lateral derecho, Foyth y Valou como centrales, Cardona en el lateral izquierdo, Denis Suárez y Pape Gueye en la medular, Pau Cabanes en el interior derecho, Alberto Moleiro en el interior izquierdo, Pépé como segundo punta y Etta Eyong como delantero centro. 

Desde el inicio se vio que el Villarreal mostraría una mejor imagen que en el primer partido, con Alberto Moleiro y Nicolas Pépé como hombres más inspirados en la parcela ofensiva. Aún así, el conjunto entrenado por Veljko Paunović no renunció a tratar de robar el balón el máximo tiempo posible al Submarino. 

En ese contexto comenzó a aplaudir y ovacionar el Tartiere a Santi Cazorla, que entró para tener media hora ante el equipo en el que se convirtió en leyenda. Con Denis Suárez a buen nivel y ejerciendo de asistente, el Villarreal se acercó al primer gol del partido en un remate de Etta Eyong que detuvo el rumano Moldovan. 

Esa fue de las pocas oportunidades de las que dispuso el equipo de un Marcelino que, por sus gestos en la banda, no estaba del todo contento con lo que estaba viendo. Su equipo, como ante el Basilea, el Saint Gallen y el Genova, estuvo lento, impreciso y sin saber mantener posesiones cerca del área contraria. 

El fútbol amarillo en ningún momento tuvo continuidad e incluso fue el conjunto local el que tuvo más presencia ofensiva en el tramo final del ‘minipartido’, que terminó sin goles y sin necesidad de jugar la tanda de penaltis porque el Genova ya era campeón del Garra Real Fest con cinco puntos.