VILA-REAL. El Mallorca se impuso al Athletic Club en La Cartuja y alzó al cielo de Sevilla su segunda Copa del Rey. Un gol de X en el x tiempo de la prórroga sentenció una final disputadísima de principio a fin.
El título conquistado por los de Javier Aguirre ha caído como un jarro de agua fría en Vila-real. Y es que el Submarino dependía del conjunto vasco para seguir con opciones de clasificarse para la Conference League, pues el Mallorca, al ganar el encuentro, se ha adjudicado automáticamente una de las plazas que da derecho a disputar la próxima Europa League.
Es por ello que desde el club amarillo deseaban a toda costa la victoria del Athletic. La sexta plaza (que da ahora acceso a la tercera competición continental) ostentada por la Real Sociedad está demasiado lejos. Once puntos separan a txuri-urdines y amarillos a día de hoy. Y pensar en una escalada tal a falta de ocho jornadas para la conclusión del campeonato liguero es una auténtica quimera.
Las opciones europeas del Villarreal quedan más lejos que nunca tras la final. Ni si quiera la buena racha que acumulaba el Submarino hasta la derrota frente al Atlético de Madrid parece alentar a una afición que ha visto como el sueño se convierte en utopía. Aguirre y sus pupilos han cortado las alas a un Submarino que transitará sin objetivo hasta el final de la presente edición de LaLiga EA Sports.