CASTELLÓ. El Ministerio de Transportes trabaja con el horizonte de 2027 para concluir las obras del tramo del corredor mediterráneo entre Castelló y Tarragona. Para ese año, el nuevo eje ferroviario en ancho internacional estará operativo y permitirá la conexión directa entre Alicante y la frontera francesa. Hace tres años comenzaron los trabajos para adaptar el tramo entre la capital de la Plana y Tarragona al ancho estándar europeo. Ahora, el Ministerio ha licitado un nuevo contrato para avanzar en esa transformación: el suministro y transporte de 50.600 toneladas de balasto, con un presupuesto de 2,4 millones de euros.
Esta intervención se suma a las obras adjudicadas en 2021, que incluían la instalación de vía y electrificación por más de 60 millones de euros. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ya contrató anteriormente el suministro de traviesas, y ahora da un paso más con el balasto, necesario para la construcción de los raíles, que comprende el enlace entre Castelló, Vinaròs, Vandellòs, la Boella y la estación de Tortosa.
El grueso de los trabajos se ejecutará en 2026 para hacer coincidir este tramo con los plazos de Castellbisbal-Tarragona, con el objetivo de que toda la línea entre Castelló y la capital catalana esté en funcionamiento en 2027. Adif ha apostado por impulsar el corredor mediante el reemplazo de la actual vía por una nueva de ancho internacional.
València-Castelló, finalizado en 2026
En paralelo, la conexión entre València y Castelló estará concluida en 2026 gracias a la instalación de un segundo tercer carril en la infraestructura existente. Este sistema permitirá la circulación tanto en ancho ibérico como internacional.
El corredor mediterráneo es una infraestructura largamente demandada por el tejido productivo. Su implantación permitirá reducir un 50% los costes operativos del transporte ferroviario y un 77% las emisiones de gases contaminantes, según estimaciones oficiales. Además, se están impulsando nuevos accesos ferroviarios al puerto de Castelló para fomentar esta modalidad logística.
El corredor será también la primera línea de alta velocidad que no pasará por Madrid, que unirá las capitales del eje litoral del Mediterráneo. Las obras han experimentado un avance significativo en los últimos años: en el tramo entre València y Tarragona, el 78 % ya se encuentra en ejecución, frente al 21 % en 2016. Solo en 2024, la inversión global en el corredor -desde Almería a la frontera francesa- ha superado los 1.200 millones de euros, financiada en parte con fondos de la Unión Europea.
Peticiones de mejora y riesgo de saturación
A pesar del avance, la plataforma Quiero Corredor -impulsada por la Asociación Valenciana de Empresarios- ha denunciado retrasos en algunas fases. El ministerio, sin embargo, mantiene su compromiso de finalizar las obras en 2027.
Por otro lado, entidades como Ferrmed y AVE han alertado de que el diseño actual es insuficiente. Advierten de posibles "cuellos de botella" si aumenta el tráfico ferroviario, al coincidir trenes de mercancías y pasajeros en la misma vía. Por ello, reclaman la construcción de una doble plataforma entre València y Tarragona para separar ambos servicios.
Según estimaciones de coordinadores de la infraestructura, el transporte de mercancías por ferrocarril crecerá del 3,6 % actual hasta el 10 % en 2030, lo que elevaría el número de convoyes diarios de 30 a unos 90. Si no se amplía la capacidad, el corredor podría verse saturado en un plazo de cuatro años, según Ferrmed.