CASTELLÓ. El propietario de Marie Claire, Ángel Pío Sánchez, envió el lunes una carta a la plantilla en la que pedía "un poco más de confianza" para resolver sus incumplimientos con el pago de las nóminas. Acumula retrasos de entre 3 a 7 meses según trabajadores y tampoco ha ejecutado el abono por la compraventa de la unidad productiva. Pues bien, este jueves la empresa tenía cita en la Ciudad de la Justicia de Castelló en el primer acto de conciliación convocado dentro de las demandas de rescisión de contrato presentadas por el personal y finalmente no se ha presentado, según el comité de empresa.
Formen estaba convocada a la primera de tres conciliaciones previstas esta mes por los recursos de la plantilla, en los que piden las cantidades que se les adeuda y la finalización contractual. Este jueves era el turno de los primeros 11 trabajadores, que son los que más nóminas sin recibir acumulan -siete- ya que fue el primer grupo en reincorporarse a la empresa en verano. Mientras, los días 25 y 27 de febrero se tratarán las demandas del resto, que lleva tres meses sin cobrar.
El "plante" del dueño de la textil de Vilafranca ha sorprendido a la plantilla y aumenta más si cabe su desconfianza en torno a sus planes de futuro. Ángel Pío Sánchez ha vuelto a 'torear' a los empleados y no ha dado explicaciones por la ausencia de la compañía. La firma, en su último escrito, reiteró su compromiso con Marie Claire e insistió en que busca una solución para desbloquear sus cuentas, que no puede utilizar por orden judicial a instancias de una demanda presentada por el administrador concursal por no haber destinado los 250.000 euros acordados por la adquisición de la fábrica.
Pero sus promesas de momento se han quedado en nada y ya son casi cinco meses los que han transcurrido desde su entrada en Marie Claire. El portavoz de Fica-UGT, Antonio Durán, advirtió el lunes que ya le había transmitido al gerente que "sus palabras eran vacías y que no se cumplían".
Formen también informó al comité de empresa que el miércoles se iba a reunir con el administrador para tratar una salida, pero fuentes conocedoras del proceso seguido en el concurso de acreedores afirman que no ha habido ningún avance al respecto y que persiste la situación de parálisis. A estas alturas, el comprador, con sede en Madrid, debe todas las nóminas de las 80 personas que integran la plantilla, así como sus compromisos económicos contraídos por la compra y con los acreedores del Fondo de Garantía Salarial y del Institut Valencià de Finances.
Incertidumbre total
En este escenario, el futuro de Marie Claire es totalmente incierto. Los trabajadores llevan tres semanas de paro retribuido y así estarán hasta que cobren, al tiempo que el dueño no aparece por la empresa y solo contacta con el personal vía misivas, en las que alude a problemas burocráticos pero sin concretar su hoja de ruta. El comité de empresa le ha dado varias oportunidades pero su esperanza se va perdiendo al comprobar que sus reiteradas promesas de pago se van diluyendo en el sueño de los justos.
En la última carta, Formen resaltaba "la lealtad y la paciencia" de los empleados y remarcaba que es "consciente de la importancia de Marie Claire para vosotros, vuestras familias y el pueblo de Vilafranca".