CASTELLÓ. Frost-trol ha empezado a negociar este jueves con el comité de empresa el expediente de extinción de empleo que plantea para toda la plantilla, formada por 135 personas. Pero su idea es aplicar el ERE de forma gradual, hasta el 31 de julio, ya que confía en cerrar antes de esa fecha la venta de la unidad productiva a un inversor y poder salvar algunos de los trabajadores afectados.
La empresa con sede en Cabanes es un referente en la fabricación de frigoríficos para usos industriales y padece desde 2021 unos problemas económicos que proceden de un fraude interno que causó un agujero de 14 millones y que todavía no ha logrado superar. Ahora, como última oportunidad, negocia con varios inversores el traspaso de la fábrica para asegurar así su continuidad. Al mismo tiempo promueve un despido colectivo mediante un ERE de extinción, ya que el posible comprador no se haría cargo de todo el personal. De forma que si se confirma la operación algunos operarios saldrían del expediente y continuarían trabajando, mientras el resto sería despedido con las indemnizaciones correspondientes.
Para hacer posible la recuperación de parte de la plantilla, la empresa ha optado por ejecutar el citado ERE hasta el 31 de julio e implementar los despidos en diferentes fases, de manera que si se materializa la venta podrían salir del expediente parte de los trabajadores al estar en curso.
De hecho, la industria ya pactó en deciembre un anterior ERE que comportó la salida de 121 personas también de forma paulatina y que finalizó hace un par de semanas. Desde entonces, la compañía trabaja en un proceso de renegociación de su deuda con acreedores para refinanciar su pasivo, un plan que en estos momentos quiere completar con la transmisión del negocio a otro grupo inversor.
Próxima reunión, el 16 de abril
El proceso de consultas del nuevo ajuste laboral se pactará en un mes y la próxima reunión será el 16 de abril, en la que se afrontarán las condiciones de las indemnizaciones. En el ERE de diciembre, dirección y sindicatos pactaron 28 días y 15 meses más la incorporación de cláusulas sociales. El comité de empresa quiere al menos repetir estas cantidades, que se dieron en los dos procesos de regulación laboral llevados a cabo en 2024; en el citado diciembre y otro del mes de mayo que incluyó a 81 operarios.
Frost-trol espera llegar a buen puerto con la compraventa y manenter con vida a una de las principales empresas del sector de frigoríficos de España. Si falla esta última opción no tendrá más remedio que declarse en concurso de acreedores. Una firma con 60 años de trayectoria y que llegó a contar con medio millar de trabajadores.