CASTELLÓ. Los apartamentos de Castellón han cerrado el verano de 2025 con un descenso significativo en la ocupación, que evidencia los efectos que está teniendo para este segmento de alojamiento la competencia de las viviendas turísticas. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de junio a septiembre los apartamentos de la provincia registraron 187.698 viajeros, frente a los 216.263 del mismo periodo del año anterior, lo que representa una caída del 13,2%.
El descenso impacta de manera desigual entre los mercados nacional e internacional. Los viajeros residentes en España sumaron 155.000, lo que supone una reducción del 14,7%, mientras que los visitantes extranjeros se mantuvieron más estables, con 32.698 viajeros, apenas un 5,5% menos. En cuanto a las pernoctaciones, los residentes nacionales registraron 925.750, un 16,1% menos, y los extranjeros, 252.333, un ligero incremento del 1,2%, reflejando estancias más largas de los turistas internacionales con respecto a la temporada estival del pasado año.
El mes de septiembre acentúa la caída interanual. Los viajeros españoles disminuyeron un 22,6% respecto a septiembre de 2024 y los extranjeros un 31,5%. Las pernoctaciones se redujeron un 28,4% entre los nacionales y un 34,2% entre los internacionales, reflejando un cierre de verano más débil y un menor aprovechamiento de los recursos reglados de alojamiento. Esto supone una bajada media del 24,2% en viajeros y del 29,7% en pernoctaciones con respecto a septiembre de 2024.
La tendencia negativa del verano se enmarca en un contexto donde el auge de la vivienda turística ha comenzado a impactar la ocupación en los alojamientos reglados, especialmente en los apartamentos, puesto que son el segmento que entra en competencia directa con las viviendas turísticas. La irrupción de pisos turísticos en la provincia, especialmente en localidades costeras como Oropesa, Peñíscola y Benicàssim, ha desviado parte de la demanda que tradicionalmente se dirigía a apartamentos, hoteles, campings y casas rurales. Esto provoca una competencia directa sobre los recursos reglados, reduciendo tanto el número de viajeros como de estancias contratadas, tal y como han apuntado recientemente desde la patronal turística Ashotur y el Club de Producto Introducing Castellón.
Bajan las casas rurales y resisten los campings
El análisis de junio a septiembre muestra que el ajuste no se limita a los apartamentos. En casas rurales, los viajeros sumaron 14.362 españoles y 1.843 extranjeros, con un total de 45.764 y 7.877 pernoctaciones respectivamente, reflejando un retroceso del 10,9% en viajeros nacionales y del 23,4% en internacionales respecto a 2024. En los campings, la ocupación también se redujo ligeramente: 108.155 viajeros nacionales y 47.309 extranjeros, con 598.960 y 293.364 pernoctaciones respectivamente, lo que supone un descenso del 3,1% y 2,6% en viajeros y del 9,3% y 3,0% en pernoctaciones frente al mismo periodo del año anterior.
En hoteles, el descenso no es tan acusado pero también se ha producido una reducción este verano. Según la estadística del INE de alojamientos hoteleros, la cifra de pernoctaciones en estos establecimientos de Castellón de julio a septiembre se redujo un 0,6%, mientras que en viajeros la caída fue del 1,1%. En visitantes nacionales la cifra subió un 1%, mientras que en extranjeros disminuyó un 1,5%.
El balance de enero a septiembre confirma la tendencia: los apartamentos turísticos han contabilizado 462.197 viajeros, un 13,8% menos que los 536.969 de 2024, y 1.178.083 pernoctaciones, un 12,6% menos, afectando principalmente al mercado nacional. La reducción en la demanda reglada subraya la influencia de la vivienda turística, que compite directamente por la atención del turista y modifica la distribución del flujo turístico en la provincia.
