CASTELLÓ. La oferta hotelera de la provincia de Castellón comienza a dar señales de reactivación de una década de estancamiento. Los últimos datos publicados por Turisme Comunitat Valenciana, actualizados a julio de 2025, confirman un repunte en número de establecimientos durante este año, con cuatro nuevas altas. Según este informe, la provincia cuenta ahora con 173 hoteles, que suman 10.896 habitaciones y 23.088 plazas, lo que supone un aumento interanual del 1,8% en establecimientos y del 0,9% tanto en capacidad como en número de habitaciones respecto a julio de 2024.
Aunque las cifras pueden parecer discretas en términos absolutos, el crecimiento tiene un valor simbólico y estratégico. Después de años de incorporaciones con cuentagotas, el sector hotelero de Castellón comienza a romper su techo histórico, impulsado por cuatro nuevas aperturas en 2025 y varios proyectos en tramitación que apuntan a un cambio de ciclo.
El registro oficial de Turismo ha incorporado este año cuatro nuevos hoteles: dos en Onda, uno en Castellón de la Plana y otro en Peñíscola. En total, aportan 93 habitaciones y 190 plazas adicionales. El Plana Onda, de tres estrellas, con 61 habitaciones y 122 plazas, es el mayor de ellos. Le siguen el M&A Hotel-Apartament, también en Onda, de una estrella y 24 plazas; el Cool Lofts, en la capital, de dos estrellas y 12 plazas; y el Mar de Cristal, en Peñíscola, de una estrella y 32 plazas.
Con estas incorporaciones, la planta hotelera provincial marca un cambio de tono tras años en los que apenas se contabilizaban nuevas altas, aunque el repunte del 0,9% en la capacidad respecto a 2024 sigue estando por debajo de la media de la Comunitat Valenciana en el último año (2,9%) y muy por detrás del desarrollo interanual de la provincia de Valencia (7,1%), y ligeramente por debajo de Alicante (1,4%).
En el conjunto de la Comunitat Valenciana, Castellón representa actualmente el 16,4% del total de plazas hoteleras, frente al 29,3% de Valencia y el 64,3% de Alicante, provincias con mayor peso turístico. En cuanto a la capital, Castellón de la Plana cuenta con 18 hoteles, que suman 2.575 plazas y 1.238 habitaciones, según el mismo informe. Estos datos suponen un incremento del 0,5% respecto a 2024, con lo que apenas se ha notado una ligera variación en el alojamiento urbano, vinculada al turismo de negocios, congresos y eventos deportivos.
Aunque más de la mitad de los hoteles de la provincia pertenecen a las categorías medias y bajas, casi dos tercios de las plazas (65,7%) se concentran en los hoteles de cuatro estrellas, lo que evidencia que el peso real del alojamiento en Castellón descansa en los establecimientos de mayor categoría. Este predominio del segmento de cuatro estrellas refleja una mayor concentración de capacidad en los destinos de litoral, especialmente en Benicàssim, Peñíscola, Oropesa y la capital, donde se ubican los complejos de mayor tamaño. El segmento de tres estrellas representa un 16,7% del total, mientras que las categorías de una y dos estrellas apenas suponen el 15,9% de la oferta provincial, concentradas en pequeños hoteles urbanos y de interior. El segmento premium (cinco estrellas) continúa siendo testimonial, con solo 392 plazas (1,7%).
Cambio de tendencia
El cambio de tendencia de 2025 se une al boom hotelero de uno de los principales destinos turísticos; Benicàssim ha concentrado en los dos últimos años buena parte del movimiento inversor en la provincia. Tras la inauguración en 2024 del hotel Albades, de cuatro estrellas superior, el municipio cuenta ya con 20 hoteles y varios proyectos en marcha: el hotel Azor, actualmente en obras bajo la enseña Intelier (Grupo Gimeno), con 110 apartamentos suite premium; el futuro hotel Estimar, promovido por el grupo Sol y Mar y diseñado por Fran Silvestre Arquitectos, con 106 habitaciones y apertura prevista en 2027; y un nuevo complejo en tramitación entre las calles Doctor Fleming, Pintor Tasio y Apóstol Santiago, cuyo promotor ha solicitado el cambio de uso de la parcela para uso hotelero.
El Plan Futur Província, elaborado por la Diputación de Castellón, ya advierte que la oferta hotelera de la provincia era una de las más limitadas de la Comunitat, lo que lastra la atracción de turistas internacionales y grandes eventos. Sin embargo, el panorama actual muestra un cambio de tendencia incipiente: la apertura de nuevos hoteles, la modernización de la planta existente y la entrada de operadores nacionales apuntan hacia una etapa de crecimiento más sostenido.
Con 173 establecimientos y más de 23.000 plazas, el sector hotelero castellonense empieza a ganar algo de músculo. Un movimiento todavía moderado, pero que devuelve la confianza a los inversores y abre una ventana de oportunidad para redefinir el papel de Castellón en el mapa turístico valenciano.