CASTELLÓ. La liquidación total de los bienes de Marie Claire de Vilafranca inicia la cuenta atrás con la subasta online convocada para los días 29 y 30 de este mes por el fondo holandés Dome Auctions, que busca dar salida al material de la otrora referente textil de Castellón tras adquirirlo el pasado verano. Entre los activos se incluyen maquinaria, dos camiones, carretillas y mobiliario de oficina de la propia fábrica.

Esta puja ha generado gran expectación entre personas interesadas. En venta están 680 lotes de equipos de Marie Claire que permanecen en las naves industriales a la espera de un nuevo propietario. Estos bienes han estado prácticamente paralizados desde 2023, cuando Marie Claire entró en concurso, tras el último intento fallido de reflotarla con la compra frustrada por parte de Formen.

Dome Auctions ofrecerá este martes un visionado de las pertenencias de la textil de Vilafranca. Entre los lotes se encuentran maquinaria de lavado de hilos sintéticos, recubrimiento, planchadores, equipos de embalaje, material rodante y utilitarios que en su momento sirvieron para fabricar medias, pantis y ropa interior. Asimismo, hay dos camiones con un precio inicial de 1.000 euros, diversas carretillas, 32 mesas de oficina con sillas, el interior de dos salas de conferencias e incluso transformadores y material de laboratorio.

Los precios varían: por ejemplo, se puede adquirir un planchador desde 50 euros, mientras que maquinaria de mayor envergadura alcanza los 11.000 euros.

Estos elementos representan la historia de la extinta Marie Claire, que en pocos días verá cómo sus instalaciones quedan totalmente vacías. En febrero, cuando se marchó de forma unilateral su último propietario, Formen, la industria de Vilafranca ya presagió su final, confirmando la desaparición de un emblema de la comarca de Els Ports, fundada en 1907.

Por otra parte, queda pendiente la resolución de la ejecución de las sentencias emitidas por los juzgados de lo Social de Castelló contra Formen, que le condenan a indemnizar con cerca de 5 millones de euros a los extrabajadores por impagos de salarios -no abonó ni un euro- y por despidos improcedentes.

Mientras tanto, las naves industriales, si no hay otro giro, deberían regresar a sus antiguos dueños, Calpe Invest, al no fructificar la adquisición por parte de Formen, que tampoco abonó ningún pago por las fincas.