CASTELLÓ. Espadán Corks ampliará su planta productiva de Soneja con una nueva nave para almacenar las placas de corcho seleccionadas para la fabricación de tapones. La empresa pretende acometer esta inversión cuando esté resuelto el grave problema sanitario actual derivado de la covid-19.
El gerente, Alfredo Miravet, explica que la nave de 200 metros cuadrados iba a ejecutarse en febrero del año pasado, pero la inesperada irrupción del Covid-19 obligó a variar la hoja de ruta. “Nosotros fabricamos tapones de corcho para botellas de vino de gama alta, de más de 15 euros, que solo se sirven en restaurantes. Por eso, la menor actividad del sector hostelero nos ha afectado de lleno y nos ha obligado a aplazar las obras del almacén”, remarca.
Espadán Corks fabrica y procesa cada año 15 millones tapones de corcho. Una parte de la producción se destina “a la exportación en mercados cada vez más exigentes, como son Nueva Zelanda, Austria, Pakistán o la India”, enumera Miravet. En total, unas 300 bodegas embotellan sus vinos con tapones elaborados con el corcho de los alcornoques de la Serra d’Espadà, de donde se extraen unas 250 toneladas anuales.