CASTELLÓ. Frost-trol, empresa referente en Castellón en fabricación de frigoríficos, da un nuevo giro para intentar asegurar su viabilidad y superar de una vez los problemas financieros que arrastra desde que fue objeto de un fraude interno en 2021. Ahora impulsa la segunda reestructuración en ocho meses, que contempla el despido de más de la mitad de la plantilla (144 de 226 empleados) y reducir su catálogo de clientes para dar preferencia a sus tradicionales.
Aunque se queda bajo mínimos, la firma argumenta que es la única forma para asegurar su supervivencai y evitar el concurso y en 2025 implementará un nuevo plan estratégico, con cambios su consolidar una posición diferencial dentro del sector de la refrigeración comercial, impulsando su oferta de servicios, centrándose en nuevas áreas de negocio y reduciendo otras menos estratégicas y de menor rentabilidad.
La dirección de la empresa, con sede en Cabanes, ha presentado este miércoles al comité de empresa su propuesta de expediente de regulación de empleo, que incluye a l144 trabajdores