CASTELLÓ. Grupo Gil Comes reunió este viernes a prácticamente 250 invitados para hacerles partícipes de su medio siglo de vida. Clientes, proveedores, trabajadores e incluso familiares de los fundadores celebraron en Vinaròs el 50º aniversario de la conservera, que ha pasado de ser en sus inicios "una empresa del vagón de cola" para consolidarse "como un sostén para el empleo en la localidad", como destacó su presidente, Francisco Gil.
Y no solo eso, sino que la potencia de la compañía, que da trabajo a más de 4.000 personas en todo el mundo (además de en el Baix Maestrat tiene plantas en Marruecos y Perú), le hace mirar al futuro con esperanza y con el objetivo de seguir creciendo. "No somos ya de Vinaròs, somos de todos estos lugares", resaltó Gil.