VALÈNCIA. Las artes escénicas valencianas están preparadas para el sprint final de los 27º Premios Max, que se celebrarán el próximo 1 de julio en Tenerife. Seis son las ‘manzanas’ a las que opta la escena local en una cosecha que, en esta ocasión, llega con la novedad de que son las artes del movimiento y no tanto el teatro del texto las que se han impuesto en el listado de nominados. Así los destacó el dramaturgo Rodolf Sirera quien, en representación del Consejo Territorial de SGAE de la Comunidad Valenciana, lideró el tradicional encuentro de finalistas que acogió este lunes la Sala SGAE, un encuentro que sirvió para compartir experiencias, anécdotas y hacer una fotografía rápida de los sectores culturales cuando apenas quedan unos días para saber cuántos trofeos traerán las maletas de los profesionales valencianos.
La danza es protagonista en esta hornada, dejando, además, dos producciones nominadas por partida doble. Tal es el caso Corps seul de Christine Cloux, que opta a Mejor espectáculo de danza y Mejor intérprete femenina de danza. La bailarina suiza, que reside desde hace décadas en València, donde ha bailado con la compañía Cienfuegos o el Ballet de la Generalitat, celebra unas nominaciones que vienen a aplaudir el poder de lo pequeño, del trabajo desde la semilla, de esa “soledad acompañada” que le puede valer dos galardones. “Estoy alineada con gente que tiene grandes producciones, con escenografía, vestuario… Mi vestuario lo ha hecho mi madre”, confesó Cloux durante el encuentro.