CASTELLÓ. El 9 de abril, el director deportivo del Castellón, Fernando Gómez Colomer, sorprendía a todos anunciando la renovación del técnico del primer equipo, Sergi Escobar. La oficialización de esta ampliación de contrato, por una temporada, se producía con el conjunto albinegro en puestos de play off a falta de ocho jornadas por disputarse, pero con muchas dudas sobre el nivel del equipo tras sumar un punto de los nueve últimos que había disputado.
Aquel movimiento buscaba reforzar la figura del técnico ante su plantilla, pero el efecto que ha tenido ha sido completamente opuesto, ya que el Castellón ha ido acentuando esa tendencia con resultados cada vez peores y un juego descorazonador. De este modo, el equipo albinegro llega a la última jornada a ocho puntos de los puestos de play off y con las secuelas de la humillante derrota sufrida ante el Barcelona B en su más reciente partido.
Una sola victoria tras la renovación
El anuncio de renovación se produjo un día antes de que el Castellón visitara el Nou Estadi de Tarragona para enfrentarse el Nàstic. Aquel domingo, los albinegros sufrieron su derrota más abultada hasta entonces (3-0), agudizando la sensación de equipo frágil que habían transmitido en jornadas anteriores. Tras ese encuentro, el equipo de la Plana salió de unos puestos de promoción a los que nunca regresaría.
La imagen mejoró considerablemente en el siguiente partido, frente al Albacete (0-0), pero fue un espejismo, ya que en su siguiente desplazamiento, el Castellón volvió a mostrarse débil y sin capacidad competitiva, cayendo por 3-0 ante el Linares. La victoria por 1-0 ante el Algeciras fue la única que obtuvo el conjunto orellut tras la renovación de Escobar, puesto que, a continuación, sumó un punto de nueve posibles, alejándose definitivamente de las metas de inicio de temporada.
En total, el conjunto de la capital de la Plana registra un triunfo, tres empates y tres derrotas tras hacerse oficial la prolongación del contrato de Sergi Escobar, con un balance de cuatro goles a favor y 16 en contra. Pero, más allá de los números, preocupa sobremanera la imagen de descomposición que transmite el equipo. Esto deja al almassorense en su posición más débil desde que es técnico del primer equipo albinegro.