CASTELLÓ. Los vecinos de Torre la Sal persisten en su lucha para salvar sus viviendas. En su afán para evitar los derribos del poblado marítimo de Cabanes, las familias propietarias han llevado este miércoles su protesta hasta el mismo centro de Castelló, donde han mostrado su repulsa. Primero lo han hecho ante el Servicio Provincial de Costas, sin duda la parada más reivindicativa, y posteriormente han mostrado su rechazo ante la Delegación del Consell en Castellón y la Diputación provincial.
De esta manera, unas doscientas personas han bloqueado el tráfico en la capital de la Plana con un único objetivo: hacerse oír. Y es que, como señala el presidente de la Associació de veïns del poblat marítim de Torre la Sal, Juanjo Agost, sus esperanzas de lograr revertir la situación por la vía administrativa son escasas: "O es una decisión puramente política, y el Ministerio lo para, o no se podrá hacer nada".
Agost argumenta este pesimismo en varias cuestiones. Así, destaca el escaso tiempo que tuvieron -"solo ocho días", dice- para presentar las primeras alegaciones al expediente de derribo, que fueron rechazadas; apunta que Costas no les permite acceder a los expedientes -"no nos han dado ni un papel", asegura-; y censura que el Servicio Provincial les avisase "unos días antes de agosto, cuando todos los bufetes de abogados están de vacaciones" de que disponen de un mes para presentar el recurso de alzada a la decisión.