CASTELLÓN. El fútbol sala de Castellón ha recuperado sus constantes vitales después de un periodo de inestabilidad y caída que estuvo a punto de provocar su desaparición. La llegada a la presidencia de Joaquín Sánchez, hace cinco temporadas, supuso el despegue de una entidad que llegó a dominar el fútbol sala europeo y que ahora quiere recuperar un lugar en la élite nacional.

A él se unió el ex jugador Manuel Collado, ‘Manolín’, leyenda del conjunto de La Plana y de otros clubes potentes de España, que asumió el reto de comandar el banquillo del primer equipo. Lo hizo desde la Tercera División, categoría en la que estuvo un solo año antes de ascender a Segunda División B. Hace dos temporadas logró dar el salto a la categoría de plata después de proclamarse campeón de un grupo donde había clubes con mayor poder económico. Fueron dos saltos de categoría en tres años y con gente de casa. La primera temporada en Segunda superó las expectativas, pues el equipo rozó los play off de ascenso cuando el objetivo era mantener la permanencia. En esta segunda campaña en la división, el objetivo es asentarse en la categoría y proyectar nuevos horizontes, con Manolín siempre al frente del banquillo. El valldeuxense comenta sus impresiones del inicio de temporada, en esta charla mantenida con Castellón Plaza.   

Pregunta: ¿Cómo está siendo el arranque de temporada? 

Respuesta: Al equipo le está costando sacar resultados en este inicio. Creo que deberíamos tener cinco o seis puntos más por el juego que ha hecho el equipo y por las ocasiones que ha creado, pero al final es la pelotita la que marca si ganas o pierdes y ahora nos vemos en una situación por debajo de las expectativas que habíamos proyectado, que era consolidarnos y dar un pasito hacia delante con respecto a la temporada anterior. Somos conscientes de que el nivel en Segunda División es muy alto y todos los equipos se han reforzado mucho y nosotros tenemos que ir paso a paso y consolidarnos porque no debemos olvidar que es nuestro segundo año en la categoría y aquí todo el mundo tiene proyectos muy ilusionantes.

¿Se han cambiado los objetivos respecto a la pasada campaña?

El año pasado el equipo, siendo recién ascendido, hizo un temporadón y eso hace que te pongas el listón muchísimo más alto este año, pero al final no es fácil conseguir esos objetivos. Hay cuatro o cinco caras nuevas y, a diferencia del año pasado, tenemos un grupo de jugadores que debemos acoplar y a los que hay que dar tiempo para que asimilen bien los trabajos, aunque es cierto que no nos podemos dormir porque la competición no te deja.

Lo bueno es que el equipo planta cara a todos los rivales…

El equipo compite contra todos y es respetado allá donde vamos. Lo demostramos el año pasado y lo estamos demostrando esta temporada. Es cierto que estos puntos que hemos perdido no los recuperaremos, pero tenemos que ser conscientes de que hay muchas jornadas por delante y que lo más importante es cómo terminamos la competición.

¿La ilusión es acceder a las eliminatorias de ascenso?

La idea inicial era pelear por entrar en play off, pero a medida que avanza la competición estamos viendo que hay muchísima igualdad y que hay equipos que se han reforzado igual o mejor que nosotros y eso dificulta que podamos asegurar un objetivo. Vamos a pelear semana a semana por estar lo más arriba posible y la idea es asentar al equipo en la Segunda División, pero sin renunciar a nada.

¿Qué aprendizaje se ha adquirido del primer año en Segunda División?

Hemos aprendido que en esta categoría los detalles cuentan mucho y que los rivales son muy efectivos y no perdonan. Cualquier acción a balón parado te determina un partido. Cualquier mínima opción que le des a un adversario, lo acabas pagando.

¿Volverán los tiempos de esplendor al fútbol sala de Castellón?

Ojalá sea así, pero para ello hay una serie de factores que tienen que cumplirse. El club está trabajando muy bien y estamos haciendo las cosas con muchísimo esfuerzo e ilusión para intentar avanzar, aunque sin prisas, porque es muy difícil. El salto que nos falta es mucho más complicado de lo que la gente cree porque necesitamos profesionalizar el club a todos los niveles y eso nos va a costar un tiempo. Estamos dedicándole un montón de horas para que poco a poco vayan mejorando las áreas del club y tengamos la capacidad y los recursos para dar el salto y para que, en el momento en que se dé ese salto, el club esté preparado tanto a nivel económico como deportivo.