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Vinos libres de ataduras

Monovarietales naturales y coupage interminables de variedades no identificadas

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Son muchos los proyectos vinícolas que nacen y, sobretodo, crecen queriendo ser libres de ataduras, de protocolos y requisitos marcados por organismos de regulación como las Denominaciones de Origen (DO) o las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Estos mismos consejos han llevado hasta lo más alto a regiones como la del Priorat (DOQ), que han puesto en el mapa a regiones como la de Toro y que viralizan nombres como el de Vallegarcía (VP), empiezan a resonar en otros como la de Cabreros (DO).

Dentro del batiburrillo de nomenclaturas, existen proyectos anárquicos que deciden pautar sus propias normas, que siguen sus convicciones sin seguir las tendencias aunque lo sean. Que se salen del camino preestablecido para seguir su lógica. Asociaciones de amigos que unen sus viñedos, que usan variedades ancestrales y no identificadas por comodidad y adecuación al clima, vinifican en bodegas de otros, comparten recursos, mezclan parcelas que casi son distintas regiones y se aventuran sin importarles las etiquetas aunque todas tienen un diseño especial que hacen que quieras comprarlos.

De unos bordados de la madre de Alma Nebot Vaya vuelan unos pájaros que dan vida a la etiqueta de A mi aire. Son las creaciones de la joven del 95, fruto de la recuperación de unos viñedos en la zona de influencia del Parque Natural de Penyagolosa, Castelló. A 875 metros de altura trabaja sin pesticidas ni productos químicos la garnacha blanca, tinta, tintorera y peluda con un rendimiento muy bajo. Tanto su blanco como el tinto están fermentados en pieles en jarras de 300ml y con una crianza de seis meses bajo velo flor. Aunque el blanco ya lo podemos probar, la primicia del tinto sale en septiembre. Alma trabaja des de hace varios años en la bodega de Vicent Flors de Les Useres, Castelló, donde vinifica. Con ella, nace una nueva línea de vinos, muy Artisan Wines, asociación a la que ambos pertenecen, al igual que algunos compañeros más nombrados en el artículo. Alma también destaca el vimiel, con garnachas tintas fermentadas en miel de autor Mos de Bresca del Penyagolosa, reposado tres meses en damajuana. Ella pertenece a esa generación que será el relevo que tanto necesita la tierra de Castelló, en su caso de Vicent Flors.

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