Opinión

Europa, una oportunidad compartida: 40 años transformando nuestros municipios

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

Este 9 de mayo, Día de Europa, coincide con un aniversario de enorme relevancia para nuestro país: el 40º aniversario de la adhesión de España a la Unión Europea. Cuarenta años que han marcado una auténtica transformación en todos los niveles —económico, político, social y territorial— y cuyo impacto ha sido especialmente visible en el desarrollo de nuestras ciudades. La provincia de Alicante no ha sido una excepción: al contrario, ha sido un espacio donde la política de cohesión europea ha dejado huella en su economía, sus infraestructuras, sus servicios y su capacidad de afrontar retos contemporáneos.

Desde su entrada en la UE en 1986, España ha recibido más de 230.000 millones de euros netos en fondos europeos. Buena parte de estos recursos se han canalizado a través de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE): el FEDER, el Fondo Social Europeo (FSE), el Fondo de Cohesión y, más recientemente, los fondos Next Generation EU, destinados a la recuperación tras la pandemia.

La Comunidad Valenciana ha sido una receptora histórica de esta financiación, y la provincia de Alicante ha materializado esos recursos en forma de infraestructuras, servicios públicos, regeneración urbana, digitalización, eficiencia energética y transición ecológica. Por ejemplo, uno de los casos más emblemáticos ha sido la EDUSI Las Cigarreras en Alicante, donde se ha abordado una intervención integral en barrios vulnerables como San Antón, Campoamor o Carolinas Bajas, apostando por la inclusión social, la rehabilitación del espacio público, la eficiencia energética y la innovación urbana. En Elche, el desarrollo del Campus Tecnológico de Torrellano también ha contado con financiación europea del fondo FEDER para atraer empresas tecnológicas, dinamizar el empleo cualificado y diversificar la economía local.

Por su parte, en la comarca de la Vega Baja, se ha apostado por proyectos vinculados a la resiliencia climática tras los episodios de la DANA de 2019. Con fondos europeos se han reforzado infraestructuras hidráulicas, implementado sistemas de alerta temprana y renovado la red viaria para adaptarse al riesgo de inundaciones. Por otro lado, municipios como Altea, Santa Pola o La Vila Joiosa, se han aprovechado recientemente de políticas europeas para desarrollar un modelo de turismo cultural y sostenible, mediante inversiones en digitalización, movilidad sostenible o la recuperación de su frente litoral.

Pero más allá de proyectos concretos, lo que actualmente está en juego, es un modelo de desarrollo. La Unión Europea, con sus mecanismos de financiación, no solo ha ayudado a reducir brechas entre territorios; también ha marcado una hoja de ruta basada en la sostenibilidad, la inclusión y la innovación. Iniciativas como el Pacto Verde Europeo, el programa Horizon Europe o el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia han supuesto un motor para adaptar nuestros territorios a los desafíos presentes y futuros. 

La provincia de Alicante, con sus fortalezas y sus desafíos, está en una posición clave para aprovechar el nuevo marco europeo 2021–2027. Pero hacerlo requiere planificación, visión y colaboración público-privada.

En un contexto donde resurgen discursos escépticos hacia Europa, conviene recordar que muchas de las mejoras que damos por sentadas —redes de saneamiento, rehabilitación urbana, transporte público moderno, equipamientos culturales— han sido posibles gracias a la solidaridad y la planificación europea. Celebrar el Día de Europa no es un gesto protocolario: es reconocer un proyecto político que ha hecho de la cooperación entre territorios un motor de transformación.

Hoy, cuando se cuestionan muchas certezas y resurgen discursos aislacionistas, es más importante que nunca defender el papel de la Unión Europea. Porque Europa no está en Bruselas: está en cada panel solar que se instala en un edificio municipal, en cada empresa que recibe apoyo para digitalizarse, en cada barrio que renace gracias a una inversión bien dirigida. Y eso merece ser celebrado.

 

Alberto Lorente es écnico de Fondos Europeos de Crea350

Recibe toda la actualidad
Castellón Plaza

Recibe toda la actualidad de Castellón Plaza en tu correo