Opinión

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EL BILLETE

La paradoja del poder valenciano

Publicado: 06/07/2025 ·06:00
Actualizado: 06/07/2025 · 06:00
  • Rebeca Torró.
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El llamado “poder valenciano”, que ni es poder ni parece valenciano, tiene a una nueva representante en la escena nacional, Rebeca Torró, designada por Pedro Sánchez secretaria de Organización del PSOE en sustitución del encarcelado Santos Cerdán.

Torró es la número cuatro del partido, por detrás de la presidenta –Cristina Narbona–, el secretario general –Sánchez– y la vicesecretaria general –María Jesús Montero–, aunque en términos ejecutivos es la número dos. La también valenciana Pilar Bernabé es la siguiente en la foto. Un cargo orgánico, el de Torró, con mucho poder en el partido que ya ejercieron otros tres políticos valencianos: Ciprià Císcar, Leire Pajín y José Luis Ábalos.

La presencia de valencianos en puestos importantes del Gobierno y del PSOE no ha dejado de crecer desde que Ábalos fue defenestrado en 2021 –aún no sabemos por qué– y, especialmente, desde que Ximo Puig perdió las elecciones y la Presidencia del Consell en mayo de 2023.

La propia Rebeca Torró fue nombrada secretaria de Estado de Industria; Arcadi España, secretario de Estado de Política Territorial; Lydia del Canto, secretaria de Estado de Comunicación; algunos cargos ocuparon el tercer y cuarto escalón en el Ministerio de Transportes; Manuel Illueca, presidente del ICO...

Y, por supuesto, Diana Morant, nombrada ministra el mismo día que Sánchez echó a José Luis Ábalos, su hasta entonces mano derecha que había colocado en puestos no tan claves pero mejor remunerados a otros socialistas valencianos, todos abalistas, que no ximistas.

  • Rebeca Torró, Diana Morant y Pilar Bernabé. 

Dejo para mi compañero Ximo Aguar el análisis sobre las consecuencias orgánicas del ascenso de Torró para el PSPV, para Morant, Bernabé, Bielsa, Soler y sus respectivas ‘familias’.

Y me pregunto qué podemos esperar los valencianos del encumbramiento de nuestra paisana de Ontinyent. La respuesta fácil que me sale es que nada, como siempre que un valenciano ha tocado poder en la capital de España. Esa es la paradoja del poder valenciano.

Necesitamos que Torró no ejerza la valencianía al uso en Madrid, sino que se comporte como una vasca o una gallega, no digo ya una catalana; que siga el ejemplo de Cristina Garmendia, de José Blanco, de Ernest Urtasun, y no el de Diana Morant.

El prototípico político valenciano en Madrid, sea del partido que sea, es aquel que disimula como nadie sus orígenes, que marcha lleno de promesas de un mundo mejor para su tierra, pero que al pasar el pantano de Alarcón sufre una amnesia de la que solo se libra su lealtad, a prueba de bombas, al partido.

El alto cargo valenciano en la capital cultiva como nadie el arte de no importunar al presidente del Gobierno. Antes consiente una injusticia con su tierra que deja que le acusen de barrer para casa. Si hablamos de diputados y senadores, se emplean con tanta energía reivindicativa cuando están en la oposición, que cuando gobiernan los suyos ya no les quedan fuerzas para rematar la faena.

Y cuando alguien afea a estos figurantes del poder que se hayan olvidado de lo suyos, siempre encuentran en el argumentario del gobierno o del partido una frase para desviar la atención.

  • Diana Morant. 

Lo hemos comprobado esta semana, cuando los autónomos y pequeños empresarios afectados por la Dana se han quejado con amargura de haber tenido que destinar a pagar impuestos parte de las ayudas que han recibido de la Generalitat y de entidades privadas. 

Por las ayudas del Gobierno no, esas estaban exentas porque así lo decidió en buena lógica la ministra de Hacienda, que debió pensar que en su estrategia de 'a Mazón, ni agua', era buena idea darle una bofetada al president en la cara de quienes necesitaban reabrir sus negocios. 

El Consell ha estado seis meses reclamando esa exención, que no era para Mazón sino para los afectados, pero no ha habido forma y, pasado el período de declaración, la Agencia Tributaria se ha embolsado parte de las ayudas para la reconstrucción del tejido empresarial. 

¿Han dicho algo al respecto Morant, Arcadi España o Torró? ¿Les parece bien? ¿Ha presionado la ministra valenciana a su compañera de Gobierno? ¿O ha hecho lo mismo que con la reforma de la financiación autonómica, el fondo de nivelación o la quita de la deuda?

Si Torró quiere cambiar la historia de un poder valenciano estéril, tiene faena. Y con el lío que hay en el PSOE, como para ponerse a decirle a sus compañeros del PSPV que dejen de ponerse de perfil.

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