VALÈNCIA. La llegada de la gigafactoría de PowerCo y el futuro centro logístico de Inditex ha reconfigurado a toda velocidad el mapa residencial de Sagunt y su entorno. El llamado efecto Volkswagen ya tiene consecuencias visibles: un mercado tensionado, picos de demanda y viviendas que se mueven entre los 350.000 y los 500.000 euros, según Engel & Völkers Valencia.
El incremento de trabajadores vinculados a ambos proyectos —muchos de ellos extranjeros y con perfiles ejecutivos— ha impulsado los precios del alquiler un 11% en zonas próximas y anticipa un viraje hacia la compra en cuanto la actividad industrial se estabilice.
"El impacto directo se centra en el aumento de la demanda de arrendamiento por parte de los trabajadores asociados al proyecto", explica Alfonso Casillas, director de ventas de Engel & Völkers Valencia, que da por hecho que una parte de esos inquilinos se convertirá en comprador en el corto y medio plazo.
La transformación del tejido residencial también se percibe en el perfil del comprador. Los extranjeros ganan protagonismo, especialmente los estadounidenses, aunque el grueso del nuevo flujo será centroeuropeo y de nivel adquisitivo medio-alto como consecuencia de las contrataciones de la factoría.
Según explica la inmobiliaria, buscan unifamiliares con zonas privadas o pisos de gama alta cerca de la costa y bien conectados. Para ellos, explica Engel & Völkers, el mercado se divide en dos franjas claras: viviendas urbanas entre 350.000 y 500.000 euros y unifamiliares que oscilan entre los 600.000 y los 900.000 euros.
La presión no se limita a Sagunt: mientras técnicos y operarios buscan alquiler en municipios cercanos, los profesionales internacionales optan por instalarse en València atraídos por su oferta urbana y calidad de vida.
Ese doble movimiento ha acelerado el ciclo ya expansivo del mercado inmobiliario valenciano. Con precios creciendo en torno al 10% interanual y un aumento del 5% en las transacciones en el primer semestre de 2025, Casillas describe un escenario de oferta escasa y demanda en ascenso que amplía el desfase entre lo que piden los propietarios y lo que ofertan los compradores.
Pla del Real y Nueva Malilla se sitúan entre las zonas más dinámicas, con subidas del 11% y el 10%, respectivamente, y un notable aumento de operaciones —hasta triplicarse en el caso de Nueva Malilla—. El centro, el Cabañal y los nuevos desarrollos como Turianova o Patraix mantienen su tirón como áreas prime o de expansión.