CASTELLÓ. La crisis de demanda desplomó en 2023 las ventas de la empresa castellonense Halcón Cerámicas, que cerró dicho ejercicio con 6,6 millones de euros de pérdidas y vio frenado su proceso de expansión impulsado en los años anteriores. La firma, que desde 2018 pertenece a la sociedad norteamericana de Crecimientile Partners, rompió la tendencia alcista de 2022 por los problemas en los mercados internacionales.
Así lo exponen las últimas cuentas anuales del grupo, referentes al año 2023, que indican que la facturación se situó en dicho año en los 178,3 millones, 70,9 millones menos que en 2022, mientras registró un resultado operativo negativo de 3,3 millones y un fondo de maniobra también en número rojos de 5,6 millones. Unas cifras que distan de la importante mejora experimentada en 2022, cuando su cifra de negocio se incrementó un 33%.
La azulejera atribuye en el informe su descenso al impacto "de la crisis económica mundial y del sector", más "una fuerte volatilidad en los precios de las materias primas y de la energía que ha afectado a la rentabilidad del negocio". Una caída que coincidió con una crisis global en el azulejo nacional por la bajada de las exportaciones. Así, la producción de la cerámica disminuyó un 20% en 2023.
Menor inversión
La compañía, que desarrolla su actividad en los municipios castellonenses de l'Alcora, Onda y Sant Joan de Moró, también realizó unas inversiones en inmovilizado de 1,9 millones, un importe menor en comparación con la política de ampliación que había llevado a cabo desde 2021, que incluyó la adquisición de Cicogres. Al respecto, en 2022 había destinado 10,1 millones de euros en la construcción de dos nuevas líneas de producción en la fábrica de l'Alcora.
De hecho, el Consell aprobó el pasado mes de abril a Halcón Cerámicas una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para elevar su producción de 266.530 a 357.280 toneladas anuales, pero entonces la firma no confirmó cuando se llevarían a cabo las actuaciones pertinentes, aunque tiene hasta 2027 para ejecutar sus planes.
La empresa, con sede social en l'Alcora, es una histórica del clúster. Nació en 1963 y en 2018 fue comprada por Crecimientile Partners, una matriza formada por el fondo norteamericano Falcon Private Holdings para hacerse con Halcón Cerámicas.