VILA-REAL. El inicio de las obras de la segunda fase de ampliación de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de La Plana de Vila-real está cada día un poco más cerca. Si hace unos días Castellón Plaza publicaba que tres empresas pujaban por el contrato y que una, Comsa Service Facility Management, debía aportar de nuevo la documentación para ser admitida como candidata a llevarse el expediente, ahora esto último ya ha sucedido.

La entidad, como le requirió la mesa de contratación, ha tenido que garantizar, por un lado, que cumple con la capacidad para obrar, mientras, por otro, realizar la declaración sobre personas con discapacidad. Una vez logrado, la empresa pasa a optar a realizar la actuación junto a Fulton y Vilor Infraestructuras y la documentación ya está siendo analizada por los técnicos para su correspondiente evaluación. La sociedad que finalmente resulte adjudicataria dispondrá de cuatro meses para llevar a cabo las reformas.

El contrato cuenta con un presupuesto estimado de 1.128.882,95 € (IVA incluido) y, de acuerdo con lo previsto en el Proyecto Básico y de Ejecución, incluye la construcción de cuatro nuevos boxes, de una sala de intervención y de diferentes espacios de apoyo para personal y familiares, como un despacho para supervisión, sala de reuniones, área de trabajo, vestuario familiar y aseos adaptados tanto para profesionales como para acompañantes.

Una primera fase ejecutada entre 2020 y 2021

La primera fase de ampliación de la UCI del Hospital de la Plana se ejecutó entre noviembre de 2020 y septiembre de 2021. Su objetivo principal, derivado de las necesidades surgidas durante la pandemia, fue dotar al servicio de mayor versatilidad para adaptarse a los constantes cambios en la atención al paciente crítico.

Tras la finalización de aquella intervención, se planteó una segunda fase para aprovechar los espacios libres y crear en ellos seis nuevos boxes. No obstante, durante la revisión del proyecto, el Servicio de Infraestructuras de la Conselleria consideró necesario incorporar una sala de intervención destinada a técnicas de estimulación cardíaca. Como resultado, dos de las habitaciones inicialmente previstas se transformaron en un espacio específico para la realización de implantes de marcapasos y procedimientos propios de Medicina Intensiva.

Ahora, e igual que sucedió en la primera fase de ampliación, se mantendrá el modelo de boxes individuales, con el fin de ofrecer una mejor atención al paciente crítico, asegurar unas condiciones óptimas de privacidad (tanto por cuestiones de sexo como de patología, entre otras) y facilitar un control visual directo desde el puesto de enfermería.

Las nuevas habitaciones estarán diseñadas con unas dimensiones que permitan la presencia simultánea de cuatro o más profesionales con su equipamiento habitual alrededor de cada paciente. Además, el acceso a los boxes se realizará a través de un pasillo independiente del resto de la UCI, lo que permitirá, en caso de ser necesario, convertir este bloque en una futura unidad de aislamiento para pacientes infecciosos.