CASTELLÓ. Tras diez días de intensa programación, Vall d’Alba ha puesto este domingo el broche de oro a sus fiestas patronales en honor a la Inmaculada Concepción y San Juan Bautista con una jornada marcada por la tradición, la emoción y la alta participación vecinal. Como colofón, la Plaza Mayor ha vibrado con el castillo de fuegos artificiales de la Pirotecnia Tomàs, que ha puesto el punto final a unas fiestas que han llenado de vida, música, gastronomía y tradición cada rincón del municipio.
La alcaldesa de Vall d’Alba, Marta Barrachina, ha valorado muy positivamente el desarrollo de estas celebraciones y ha destacado que “hemos vivido unos días extraordinarios, con una programación que ha sabido conjugar devoción, tradición , música, cultura y hermandad y el resultado han sido unas fiestas participativas y emotivas, que han hecho que Vall d’Alba vuelva a brillar con luz propia”.
La implicación de las peñas
En ese sentido, Barrachina ha querido poner en valor la “implicación de las peñas, collas y colectivos que, junto a la colaboración de nuestros vecinos y vecinas, han hecho posible que cada uno de los actos que hemos celebrado estos días haya sido un éxito, especialmente en un año tan singular como éste, en el que conmemoramos nuestro Centenario”.
La alcaldesa de Vall d’Alba también ha destacado la importancia de mantener viva la tradición y ha valorado que “los actos, las procesiones, los conciertos y las cenas populares forman parte de lo que somos y mantener vivas estas costumbres es un compromiso con nuestras raíces y, al mismo tiempo, una forma de proyectar al futuro la esencia de Vall d’Alba”. “Nos sentimos orgullosos de haber ofrecido a vecinos y visitantes un programa diverso y de calidad en el que el ambiente festivo, la hospitalidad de la gente y la gran participación han sido las bases que, de cara al próximo año, nos permitirán seguir creciendo para que cada año nuestras fiestas sean aún si cabe más especiales y participativas”, ha valorado Marta Barrachina.