CASTELLÓ. La UTE Civicons-Omega debe culminar la edificación del nuevo CEIP Herrero en junio de 2022. Tras la formalización del contrato este martes, la adjudicataria iniciará presumiblemente las obras en marzo. El pliego de prescripciones técnicas y administrativas estipula que el plazo de ejecución de 15 meses empezará a contar desde la firma del acta de comprobación del replanteo que, a su vez, se suscribirá en un periodo máximo de cuatro semanas desde la rúbrica del acuerdo con el Ayuntamiento de Castelló. Una vez la concesionaria verifique la disponibilidad del inmueble en las próximas semanas, arrancará el calendario de trabajos, que contemplará las demoliciones y movimientos de tierra como primeras actuaciones.
La reforma del centro educativo, con un presupuesto de adjudicación de 3,1 millones de euros (3,3 millones de licitación), marcará un punto de inflexión respecto a las inversiones municipales del Pla Edificant en esta legislatura. Casi de forma paralela la propia UTE acometerá la construcción del Vicent Marçà por 4,8 millones de euros. También se procederá a la renovación del Mestre Canós por 3,9 millones y Sebastián Elcano del Grau por 4,9 millones de euros, entre otros.
El colegio Herrero tiene más de 20 años de antigüedad y ocupa dos tercios de la manzana comprendida entre las calles Ramón y Cajal, Moyano y Herrero. Así, su disposición arquitectónica es en forma de 'L' en cuyo intradós se sitúa el patio con la pista polideportiva. El edificio cuenta con cinco alturas sobre una superficie construida de 3.579,88 metros cuadrados.
Según figura en la memoria descriptiva, la rehabilitación afectará a la totalidad del inmueble y conllevará la redistribución de las cinco plantas, con especial incidencia desde la baja hasta la tercera. Así, se eliminarán las compartimentaciones interiores para crear espacios más acordes y funcionales al modelo educativo. La reforma integral igualmente implicará la sustitución de las escalares con el propósito de cumplir la normativa sobre evacuación. Sin embargo, se mantendrá la escalinata con acceso desde la calle Herrero, así como el ascensor.
Otras características significativas corresponderán al porche cubierto, ocupando parte del patio, y las distintas salas polivalentes y multiusos que se habilitarán en los niveles cuarto y quinto. La fachada de ladrillo caravista y enfoscado se reemplazará por revestimiento cerámico y muros de fábrica de bloques resistentes, que se combinarán con grandes ventanales y abisagrados, con mosquetería y perfiles cortizos.
De acuerdo con el reseñado calendario de trabajos, las últimas actuaciones obedecerán a la instalación de los equipamientos, mobiliario, gritería y sanitarios. Con anterioridad se habrá renovado las instalaciones, la carpintería o las cubiertas. Muchas de las fases coincidirán en el tiempo, siendo los últimos meses los de mayor actividad para la UTE , siempre teniendo presente ese horizonte de mediados de 2022.