Cómo sacar los coches del centro de Castelló: dos nuevos parkings en la estación y el pabellón

CASTELLÓ. El anteproyecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Castelló contempla una amplia extensión de 55.113 metros cuadrados para habilitar parkings disuasorios en el extrarradio. No se trata de una zona con una localización concreta, sino que la superficie resulta de la suma de dos aparcamientos y una bolsa de estacionamiento, emplazados en puntos estratégicos del término municipal para dejar el coche y acceder al centro a pie o con el transporte público.

Los enclaves se sitúan al este, sur y oeste de la ciudad. El primero, más próximo al mar, ya funciona como parking desde hace años, dado que su ubicación corresponde a la explanada de Grapa, de 18.705 m². El segundo, de 11.287 metros cuadrados, está en las inmediaciones del pabellón Ciutat de Castelló. En concreto, es un terreno delante del hipermercado Family Cash. Su construcción depende de la aprobación definitiva del Plan General (en septiembre). El tercero se encuentra en el entorno de la estación de Renfe, ocupa un área de 25.021 m² y la ejecución está sujeta a la redacción del proyecto.

La compra de las tres primeras parcelas

Al respecto, el Ayuntamiento de Castelló compró el pasado mes de abril tres parcelas, entre las calles Castellfort y el Camino Viejo de l'Alcora, por un importe de 611.013,60 euros. Los cerca de 10.000 metros cuadrados (9.071 metros cuadrados) garantizan una primera fase del estacionamiento público. Además, se negocia con los propietarios la adquisición de otros siete solares con el fin de disponer de esos 25.021 m².

Esta extensa demarcación se considera de vital importancia para la implantación de la ZBE. Por un lado, alivia el colapso que se produce en la zona con los usuarios (habituales y ocasionales) del tren a la hora de aparcar. Por otro, ofrece una alternativa de estacionamiento para aquellas personas que quieran desplazarse con el TRAM hasta el centro a fin de realizar compras o cualquier otro tipo de gestión.

En proceso de licitación

La supermanzana tiene una amplitud de 750.000 metros cuadrados. La Unión Temporal de Empresas (UTE) Telecso-Becsa y la mercantil Pavasal se disputan el contrato, cuyo presupuesto alcanza los 10 millones de euros (IVA incluido). El plazo de ejecución se alarga hasta los 25 meses y las obras deben arrancar en 2023. Al menos, del primer sector, de acuerdo con lo que establece el pliego de prescripciones técnicas y administrativas.

Para desarrollar esa Zona de Bajas Emisiones, resulta también esencial disponer de un estudio de movilidad, que se encuentra en licitación por un importe de dos millones de euros. Hasta el 2 de septiembre las empresas interesadas en concurrir pueden presentar sus ofertas. El análisis, además de ofrecer un diagnóstico sobre la situación del parqué móvil de Castelló, debe definir los emplazamientos de las videocámaras de control de automóviles. Asimismo, la adjudicataria tiene que establecer las ubicaciones de los sensores para realizar estudios periódicos a propósito de la contaminación acústica y la calidad del aire.

La materialización de ambos proyectos supone una inversión superior a los 12 millones de euros. La Unión Europea aporta la mitad de esa cuantía a través de los fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de recuperación, transformación y resiliencia. Esa cofinanciación obliga a cumplir escrupulosamente los plazos marcados.