CASTELLÓ. La serenidad ha sido la nota dominante en la asamblea que Compromís per Castelló ha celebrado este lunes después del terremoto originado la semana pasada, cuando la ejecutiva local acordó el cese de Ali Brancal. La formación liderada por Ignasi Garcia pone rumbo ahora a las negociaciones para intentar alcanzar un pacto de gobierno en la ciudad con el PSPV y Unides Podem-CSeM-EUPV.
La ejecutiva de Compromís ha dado explicaciones a la militancia sobre una decisión que ha levantado ampollas. Según han coincidido en señalar varios de los asistentes a la asamblea, no era la primera vez que se intentaba que la concejala electa diera un paso al lado, ya que su situación judicial -está investigada por presunta malversación en el denominado caso de los sobres- elevaba la presión sobre el partido.
Desde la formación se habían dado pasos en este sentido en diferentes momentos del proceso judicial que costó a Brancal la pérdida de sus funciones en el Ayuntamiento de Castelló el pasado mes de diciembre. Sin embargo, no ha sido hasta el pasado jueves cuando la ejecutiva local ha puesto sobre la mesa la necesidad imperiosa del cese.
La presencia de Brancal debilitaba a Compromís de cara a las negociaciones del futuro gobierno municipal, ya que por su condición de investigada no habría podido ejercer funciones en el Ejecutivo local.
El cese ha generado malestar entre las bases, pues Brancal era uno de los referentes de la coalición en la ciudad, pero se ha comprendido que los tres concejales del grupo municipal en este nuevo mandato deben poder ostentar responsabilidades de gobierno, por lo que la asamblea de este lunes, que se preveía tensa, se ha desarrollado con un tono tranquilo.
Una vez cerrado este episodio, Compromís pone la vista en las negociaciones. "Lo más importante es poder llegar a un pacto de gobierno que permita seguir desarrollando políticas progresistas que sigan poniendo a las personas en el centro y que ponga los intereses de la ciudadanía por encima de cualquier cuestión partidista", ha señalado la coalición en un comunicado al término de la reunión.
Aboga por "seguir con las políticas valientes que han mejorado la calidad de vida de la ciudadanía". En este sentido, cita la futura residencia de mayores proyectada en la calle Onda, que Compromís considera "una necesidad llevar a delante en los próximos meses". La coalición asegura que "trabajará por un gobierno aliado del Botànic que garantice unos servicios públicos dignos, de calidad y al alcance de la ciudadanía de Castelló".
El primer encuentro previsto para iniciar las conversaciones será con Unides Podem-CSeM-EUPV, con la intención de aunar posturas ante los socialistas, pues la suma de ambas fuerzas puede otorgarles más margen de negociación que sentándose a la mesa por separado.
Una de las cuestiones que aún no se han aclarado en el seno de Compromís es quiénes ocuparán los dos escaños que ha obtenido en la Diputación de Castellón. Son varios los municipios que se disputan la plaza y suenan con fuerza nombres como los de Pau Ferrando (Benicàssim) y Mari Parra (Vila-real).
Pero tampoco es descartable que se postule algún concejal de la cuota de Iniciativa, que en el pasado mandato se quedó fuera de la institución provincial. En esta quiniela entraría también Miriam Pañella, la alcaldable en Torreblanca que ha conseguido un total de tres ediles -uno más que en 2015-.