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La marcha de Brancal allana el camino a un Pacte del Grau, pero abre una vía de agua en Compromís

1/06/2019 - 

CASTELLÓ. La caída de Compromís en las municipales en Castelló, con un concejal menos que en 2015, ha destapado la caja de los truenos en el seno de la coalición. La salida forzosa de Ali Brancal, investigada en el denominado caso de los sobres, allana el camino a Compromís en la negociación de un nuevo Pacte del Grau, pero también ha abierto una brecha en el partido. Su cese ha soliviantado a sectores del Bloc, por afinidad con Brancal, y de Iniciativa, por la gestión "tardía" de la crisis.

El desenlace era previsible, pero no cómo ni cuándo se produciría. Tras el pleno municipal que despedía el mandato, Compromís celebró este jueves por la noche una asamblea multitudinaria en Castelló para hacer balance del 26-M. Hubo autocrítica, se evaluaron los fallos y, según precisan diversas fuentes a este diario, de manera indirecta algunos de los asistentes aludieron al hecho de que solo dos de los tres concejales electos iban a poder asumir competencias en el futuro gobierno municipal, pues la situación judicial de Ali Brancal se lo impedía.

Con todo, la asamblea dejó buen sabor de boca. Así lo relataba incluso Enric Nomdedéu, quien destacaba en sus redes sociales "el nivel de reflexión, de crítica serena". "Creo que nos hemos hecho mayores como organización. Hacer críticas en voz alta, sin que nadie se sienta ofendido personalmente, sin que nadie se lo tome como un ataque, no es sencillo", valoraba el histórico dirigente de Compromís, y resumía: "Estoy satisfecho del ambiente. Mucho".

La asamblea de Compromís, este jueves.

Sin embargo, casi nadie previó lo que sucedería después de la asamblea. Una vez concluida la reunión con militantes, se convocó la comisión ejecutiva local, de la que forman parte, entre otros, Ignasi Garcia, Verònica Ruiz, Enric Porcar y la propia Ali Brancal, a quien le acabaron dando el finiquito. Según diversas fuentes, esperaban que se apartara motu propio, por el bien de la negociación del gobierno. 

Cabe recordar que tanto el PSPV como Podem, con quienes Compromís quiere pactar, le enseñaron la puerta a Brancal cuando el caso cobró fuerza a finales del año pasado. De hecho, el pleno de diciembre acordó el cese de funciones de la hasta entonces vicealcaldesa en virtud del Código de Buen Gobierno. En aquel momento, Compromís cerro filas en torno a Brancal, pero ya entonces se atisbaban algunas grietas en el seno del partido respecto a su continuidad.

Ahora, si se intenta reeditar la alianza en el Ayuntamiento, la imputación podría utilizarse para apretar a Compromís en la negociación. Era su talón de Aquiles y así lo han interpretado desde la ejecutiva local, que instó a la edil a renunciar a su acta en la noche del jueves. En un primer momento, Brancal se resistió a asumir el cese, pero acabó accediendo. No había alternativa. Eso sí, dejó claro su malestar al anunciar que se daría de baja del partido. 

Con la edil fuera del equipo, han soltado lastre. "Compromís podrá encarar la negociación de un nuevo gobierno con la fuerza necesaria para afrontar los futuros retos de la ciudad de Castelló", admitía la formación en un comunicado. 

La noticia, que el partido ha hecho pública este viernes, se propagó por los grupos de Whatsapp de la coalición en la noche del jueves. Brancal subió un mensaje a las redes sociales que dejaba entrever lo ocurrido en la sede de la calle Moyano: "No tengo sueldo desde enero. Desde que se decidió, en una votación épica en el pleno, que se me debía desposeer de todo. Seis meses sin sueldo. No me he quedado por el dinero, que no había para mí. Ni por la poltrona. Me he quedado a trabajar y acabar proyectos. Ahora estamos en otro momento. Pero que quede clarísimo. A los 5.000 que creen que he cobrado 3.000 euros al mes: no".

En otra publicación, bajo la etiqueta "Aclarando conceptos", explicaba su situación judicial e incidía: "Los grandes corruptos me acusan de malversar 500 euros con pruebas por valor de 12. Eso es todo lo que hay".

Ali Brancal y Enric Nomdedéu, en una imagen de archivo. (Foto: ANTONIO PRADAS)

Brancal está investigada a raíz de una denuncia del PP por un presunto delito de malversación en el conocido caso de los sobres, al supuestamente enviar propaganda electoral de Compromís para las elecciones europeas de 2014 a través del servicio de correo del Ayuntamiento de Castelló. También se investiga al entonces concejal Enric Nomdedéu. 

A principios de mayo, la jueza que instruye la causa comprobó que los 14 sobres que el PP entregó como prueba, sí contenían papeletas de la coalición, lo que complicaba aún más la situación del partido con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. 

Ahora, con la salida de Brancal, el equipo de Ignasi Garcia evitará el foco mediático el próximo 17 de junio, cuando está prevista la declaración como investigado del exasesor municipal Miquel Torres, apenas dos días después de que se estrene el nuevo gobierno de la ciudad -el pleno de constitución se celebra el día 15-.

La brecha en Compromís

La renuncia forzosa ha generado cierto alivio en unos sectores, que lo ven como un mal necesario, y malestar en otros, cuya fidelidad a la dirigente es inquebrantable. Entre los afines, cunde la sensación de que Brancal ha sido la cabeza de turco tras los resultados del 26-M y no esconden su descontento con Garcia. 

No hay que olvidar que Brancal es uno de los referentes de Compromís en la ciudad y cuenta con un respaldo importante de las bases, que la auparon al segundo puesto de la lista municipal en primarias. Desde otros sectores, se encargan de recordar, no obstante, que perdió numerosos apoyos en aquel proceso de elección interna como consecuencia del caso judicial.

Entre los argumentos del sector crítico, se esgrime que pese a la salida de Brancal, los socialistas no serán más benevolentes en el reparto de las responsabilidades de gobierno. Sin embargo, otros lo perciben como un gesto de acercamiento a los socios que facilitará el pacto.

Las críticas a la decisión de la ejecutiva local de Compromís también han aflorado en Iniciativa. Hay quienes afean las formas en que se ha zanjado una crisis que, recuerdan, podría haberse resuelto antes de las elecciones, y ven inoportuno otro trance cuando aún no se han recuperado del revés de las urnas.

Àgueda Micó, Ignasi Garcia y Vicent Marzà, en un acto de campaña en Castelló. (Foto: ANTONIO PRADAS)

El desenlace de Brancal consolida también un relevo en el liderazgo de Compromís que comenzó con la marcha involuntaria de Enric Nomdedéu a València en 2016 para ocupar la secretaría autonómica de Empleo. Los dirigentes históricos en Castelló han perdido peso en favor de la joven hornada que encarnan Vicent Marzà, a nivel autonómico, e Ignasi Garcia, en el ámbito local. 

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