CASTELLÓN. El pleno del Ayuntamiento de Castellón ha aprobado este jueves cesar de sus funciones a la vicealcaldesa, Ali Brancal, investigada por un presunto delito de malversación a raíz de una querella del PP por el supuesto envío de papeletas electorales de Compromís en 2014 a través del correo municipal. El PSPV, con su abstención, ha dejado caer a la edil de la coalición por "ejemplaridad" y "coherencia" con el código ético. Por su parte, Compromís desliza que "seguramente" la votación plenaria "no tiene ninguna garantía legal", porque, a su juicio, el código no es aplicable en este caso, lo que deja abierta la puerta a recurrir la destitución por vía judicial.
Es la primera vez que el Ayuntamiento de Castellón somete a votación el cese de un miembro de la corporación en cumplimiento del Código de Buen Gobierno. El desenlace del pleno era previsible, pues las posturas de los diferentes grupos municipales habían quedado definidas con anterioridad. El PP y Ciudadanos han votado a favor del cese; Compromís y Castelló en Moviment (CSeM), en contra, y el grupo socialista se ha abstenido.
Todas las miradas estaban puestas en la bancada de Amparo Marco, ya que la aritmética del pleno y el equilibrio de fuerzas dejaban en manos del PSPV la decisión final. El portavoz socialista, Rafa Simó, ha sido el encargado de exponer el argumentario de su grupo y lo ha hecho, en primer lugar, admitiendo que en sus filas ha habido "debate" y que, personalmente, la de este jueves era "una de las intervenciones más duras" que ha tenido que afrontar. A partir de ahí, el edil ha pronunciado un discurso en el que, por un lado, ha fijado la postura de su partido respecto al tan discutido código ético y, por otro, ha expuesto las contradicciones en las que ha incurrido su socio de gobierno.
Simó ha recordado a Compromís que el objetivo del código es "salvaguardar la imagen del Ayuntamiento como institución" y, en ese sentido, lamenta, "no lo estamos consiguiendo". Ha rehusado entrar en debates de terminología jurídica, pues considera que el cese es "cuestión de credibilidad política, coherencia, ejemplaridad y credibilidad". El mensaje a Compromís ha sido claro: "Coherencia porque difícilmente se entendería no aplicarse en el gobierno lo que reclamábamos desde la oposición. Y ejemplaridad y credibilidad porque los políticos hemos de ser los primeros que nos apliquemos lo que firmamos".
Aunque el tono de su intervención ha sido cordial, Simó se ha manifestado con contundencia y ha lanzado algún que otro dardo a la coalición, recordándole incluso una cita textual de su programa electoral en 2015: "Dimitir del cargo de concejal en caso de encontrarse imputado en una causa vinculada con su actividad pública", rezaba el argumentario de Compromís que ha traído Simó a colación.
Y no ha quedado ahí la cosa. El portavoz socialista ha sacado también a relucir uno de los acuerdos del Pacte del Grau que establece la dimisión "del cargo de concejal o concejala en caso de que esté imputado en una causa vinculada con su actividad pública". En la misma línea iba un acuerdo plenario aún más reciente, el de febrero de este año, que planteaba, recuerda Simó, el "cese temporal en los órganos de participación y representación hasta la resolución completa del procedimiento judicial de aquellos miembros que estén siendo investigados en casos de corrupción".
En estos tres casos se alude a la responsabilidad política con el término imputado o investigado "sin hacer referencia en ningún momento a imputado formal ni imputado judicial", le ha afeado el socialista a sus socios de gobierno, que se agarran al término de "imputación formal" para sostener que Brancal no se encuentra en la situación procesal por la que según el código ético debe dimitir.
Asimismo, el portavoz del PSPV ha dejado claro que la aplicación de la normativa en el caso de Brancal "no establece un nuevo listón ético", como quiere hacer ver Compromís, pues la línea de la dimisión ya se dibujó hace años cuando se aprobó el texto. "Lo que firmamos en 2015 tiene consecuencias en 2018", advierte Simó. Además, subraya que el término imputación, sin más, aparece cuatro veces en el código, y dos veces con el adjetivo "formal". Por lo tanto, cree que el "quid" de la cuestión no es ese término, pues "si se hubiera querido precisar otro momento procesal para la aplicación del código se habría hecho explícitamente".
Para rematar, Simó se ha descargado también contra el PP, al considerar "paradójico e injusto" que la querella del concejal Juan José Pérez Macián active el código ético y, en este sentido, ha recordado que el PSPV "ha sufrido las consecuencias de querellarse contra auténticos corruptos en todo el territorio". Sin embargo, a pesar de todo, le deja claro a Compromís que no pueden permitirse "tener una doble vara de medir en este sentido".
Tampoco ha dejado pasar la oportunidad de afear a Brancal que no haya dimitido y, a su partido, que no la haya apartado, dejando así la decisión del cese en manos de los socialistas. "Querer pasar la responsabilidad de esta situación al Partido Socialista no deja de ser una irresponsabilidad", ha sentenciado Simó, quien ha advertido que el código ético es "anacrónico, desfasado y demasiado riguroso, pero es el que está vigente".
Además, se ha defendido de las críticas de la concejala de CSeM Anna Peñalver sobre la posibilidad de un "pacto de silencio" entre PP y PSPV. "No es cuestión de tacticismo", señala Simó, sino de "credibilidad, coherencia, ejemplaridad, ética y estética". En este sentido, ha lanzado una pregunta retórica a sus socios del Pacte del Grau: "¿Qué dirían ustedes señora Peñalver, señor Vallejo, Señor Garcia si un concejal del Partido Socialista hubiera estado en la misma situación? Todas y todos, desgraciadamente, nos lo podemos imaginar".
El otro foco de atención este jueves estaba puesto en Compromís, que pese a las quinielas de los últimos días, ha mantenido a Brancal y se ha expuesto a un pleno cuyo desenlace era más que previsible. Consciente de la importancia de la cita, la coalición ha movilizado a dirigentes, como Xavi Trenco, y decenas de simpatizantes que abarrotaban el salón de plenos. Tras acordarse el cese de la vicealcaldesa salieron en desbandada en señal de desaprobación.
El portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, ha esgrimido durante el pleno los mismos argumentos que no lograron convencer de antemano a su socio de gobierno. El código ético, insiste, marca la línea de la dimisión en la "imputación formal" que, para la coalición, es un momento procesal posterior a la fase de investigación en la que se encuentra Brancal, un argumento terminológico que no ha calado en ningún grupo excepto CSeM.
En este sentido, ha intentado poner en un brete al grupo socialista advirtiéndole de que si no defendía la continuidad de la vicealcaldesa, se estaba alineando con el PP. "La decisión que hemos de tomar es bien sencilla. O nos reafirmamos en nuestro código ético y apostamos por la decencia y la gobernabilidad. O, por el contrario, entramos en el juego del PP [...], que utiliza la transparencia como un arma con el ansia de hacer daño al gobierno y que busca romper el consenso", ha aseverado Garcia.
En su segunda intervención, el portavoz de Compromís fue más contundente aún y deslizó la posibilidad que ya se ha barajado días atrás de presentar un recurso por vía judicial contra el cese. "El consenso que se consiguió en la elaboración del código lo ha roto el juego del PP [...], que solo ha querido hacer daño al gobierno a toda costa. Seguramente esta votación no tiene ninguna garantía legal, ¿en serio van a permitirla?", preguntaba a sus socios de gobierno. Tras finalizar el pleno, a preguntas de los periodistas sobre si se plantean recurrir la decisión, Garcia ha eludido responder y ha emplazado a los medios a continuar hablando "mañana".
El elemento más novedoso que Compromís ha introducido en su argumentación como último recurso para salvar a Brancal ha sido la propuesta de solicitar al Consell Jurídic Consultiu un informe de interpretación del código ético. Un planteamiento que también ha caído en saco roto.
Por otra parte, Garcia ha endurecido el discurso mantenido hasta ahora sobre la continuidad del Pacte del Grau. Ha reiterado que son "leales" al acuerdo, pero a la vez ha asegurado que "no solo está en juego la estabilidad de este gobierno, sino de los que vendrán". "La estabilidad del Acord del Grau [...] no puede estar en las manos de la mala fe de los que solo quieren crispar y hacer daño", remata el edil, quien advierte que "hoy puede ser la vicealcaldesa, pero mañana puede ser otro concejal de esta corporación".
El apoyo de CSeM ha sido crucial para Compromís en este trance, pues ha evitado el varapalo que habría supuesto para la coalición una defensa de Brancal en solitario. Y no solo eso. Los argumentos aportados por la agrupación de electores han ayudado también a hilvanar el discurso de Compromís.
CSeM se ha repartido el trabajo durante el pleno y, mientras la concejala Anna Peñalver pronunciaba un discurso con carga eminentemente política, el edil Iñaki Vallejo se encargaba de hacer énfasis en los argumentos de índole jurídica.
Peñalver ha denunciado la estrategia del PP de querellarse contra aquellos gobiernos que no dominan y ha acusado al resto de grupos de "forzar el código ético más allá de lo que dice actualmente". En este sentido, ha arremetido principalmente contra el grupo socialista, cuya postura ha achacado a "una simple venganza" o a "un pacto de silencio" con los populares.
Vallejo, por su parte, ha reiterado que el Código de Buen Gobierno no establece el cese en la situación actual de la vicealcaldesa, como investigada, sino en la "imputación formal", que él distingue de la imputación, a secas. Aplicar el código en este caso, dice, "va en contra del ordenamiento jurídico" y "podría pasar que mañana Pérez Macián denunciara a la alcaldesa por haber aplicado el código", ironizaba Vallejo.
En el otro lado se situaban el PP y Ciudadanos, que han dado la puntilla a la vicealcaldesa con su voto a favor del cese. El concejal popular Vicent Sales ha evidenciado la paradoja del pleno: "Nunca los impulsores de este código ético (en referencia a Compromís) pensaron que se les podría aplicar a ellos".
"Nosotros ya dijimos que era injusto poner el listón ético en esta fase procesal (la investigación, antes denominada imputación) y lo que piden ustedes ahora es lo que pedíamos nosotros entonces", señalaba Sales a la bancada de la coalición. En este sentido, ha afeado a Compromís su "falta de ética" por no aplicarse el código y les ha pedido que dejen de "marear la perdiz" con términos jurídicos que son "blanco y en botella".
Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Vicente Vidal, ha aprovechado su intervención para dedicarle unas palabras de despedida a Brancal: "Quiero que tengas suerte en el proceso, que te salga bien y que puedas entrar a esta casa por la puerta grande", decía minutos antes de darle la estocada apoyando su cese.