CASTELLÓ. Compromís vuelve a desmarcarse de su socio en la Diputación de Castellón, el PSPV, a propósito del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). Como sucediera en mayo con las mociones de Ciudadanos y PP a favor de la descentralización del servicio, la formación valencianista apoyó en el pleno de este martes una propuesta de la principal fuerza de la derecha que insta a la Conselleria de Sanidad a retirar el decreto de centralización en València.
El portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, no se mordió la lengua para criticar por segunda vez la posición del grupo socialista que, más allá de repetir la abstención de entonces, votó en contra. "La centralización del CICU es una mala noticia. Se hizo sin responder, aunque fuera por cortesía y lealtad institucional, a las peticiones del pleno de la Diputación y el Ayuntamiento. No tiene sentido traer a Castelló direcciones generales mientras retiran servicios. Reclamamos a Sanidad que rectifique", subrayó.
Frente a este discurso, la diputada del PSPV Xaro Miralles insistió en advertir que la decisión busca "la eficiencia y optimización de los recursos públicos y sanitarios. Lo único que se traslada es el personal. Todo lo demás se mantiene. Se trata de un cambio estructural para modernizar el CICU".
La argumentación de la socialista no convenció a Garcia, quien advirtió que "la organización tiene que ver con la calidad asistencial. Comparto que la eficiencia y optimización deben ser nuestra guía pero escuchando a los profesionales sanitarios la descentralización es mejor. Estamos a favor de que el servicio siga en Castellón porque valoramos mucho a los sanitarios por sus conocimientos del territorio y la experiencia".
Las discrepancias en este tema del bipartito permitieron tanto al PP como a Cs reprochar al PSPV y a la Conselleria su inflexibilidad. La portavoz de Ciudadanos, Cristina Fernández, pidió al socio mayoritario del gobierno que "aclare el concepto de centralización y descentralización", en referencia a las reivindicaciones del president, Ximo Puig, respecto a sacar las instituciones nacionales de Madrid. Por su parte, la popular Nieves Martínez acusó al PSPV de "engañar a la gente" después de que Miralles le afeara que "una vez más el PP lleva una moción que juega a manipular la información y trata de confundir a las personas".
El debate sobre el CICU puso el colofón a un pleno en el que imperó el consenso. Prueba de ello es que se aprobaron cinco declaraciones institucionales y dos mociones del PP. La primera sobre la necesidad de acelerar las becas universitarias y la segunda para reclamar la constitución de un Pacto Forestal.
La explicación de voto sobre este último punto sirvió a Garcia para hacer un alegato en defensa de su compañera en el Ayuntamiento de Castelló, Verònica Ruiz, a raíz de la retirada, por auto judicial, de los libros con perspectiva LGTBI repartidos en los institutos. "Mi apoyo a la concejal de Cultura, víctima del asedio y persecución de los ultras, que censuran y esconden la realidad de miles de personas. Se comienza aplaudiendo a los fanáticos que quieren retirar los libros de las bibliotecas y se les acaba acompañando a quemarlos. Como dijo uno de los autores, Bruno Bimbi, el fascismo siempre empieza con la quema de libros".