CASTELLÓ. La crisis que atraviesa el sector azulejero impacta en las otras dos ramas del cluster cerámico. La industria de fritas, esmaltes y colores cerámicos y la maquinaria industrial ya notan una caída de su facturación nacional como consecuencia directa de la bajada productiva del azulejo. Tanto las empresas esmalteras como la maquinaria, son proveedores esenciales para la industria azulejera española, pero también lo son para los productores de revestimientos de todo el mundo, por lo que su facturación supone un termómetro de la situación del sector azulejero.
En este sentido, la maquinaria cerámica ha visto reducido su mercado nacional un 30%, “mientras que el mercado internacional prácticamente se ha mantenido”, reconoce el presidente de la patronal Asebec, Juan Vicente Bono. “Este mes los proyectos visados han sido la mitad que el mes pasado”, añade Bono, que también es decano del Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat. Y es que este es otro de los indicadores de las inversiones que realizan las empresas, ya que la instalación de maquinaria requiere de la elaboración de un proyecto que ha de ser visado por el COIICV. “Cada vez las empresas están haciendo menos inversiones”, lamenta el presidente de Asebec.
Una situación similar vive la industria de los esmaltes, que ha visto como su facturación nacional ha caído un 10% en el primer trimestre de 2023 respecto al mismo período de 2022 mientras que su mercado internacional también ha mantenido cifras. “A nivel nacional nuestras empresas están teniendo un impacto muy directo en bajadas de demanda, y cuando hablamos de un problema de demanda es la parte más peligrosa porque quiere decir que hay mercados que te están ganando terreno y eso es muy difícil de recuperar”, explica el secretario general de la Asociación de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos, Manuel Breva.
Hay que señalar que además, la industria de fritas también es intensiva en gas por lo que también está afectada al igual que el azulejo por los altos precios energéticos. A esta circunstancia hay que añadir que se trata de un sector altamente internacionalizado que cuenta con centros productivos en muchas partes del mundo donde los costes energéticos son menores, es por ello que existe un alto riesgo de deslocalización en su caso.
Cabe destacar que el sector esmaltero de Castellón es líder en todo el mundo y exporta más del 68% de su producción. En concreto, en 2022 exportó por valor de 1.243,4 millones de euros. Entre sus principales clientes se encuentran países como China, Italia, Egipto, Argelia, Rusia, Marruecos, India o Turquía, países que son competidores directos de Tile of Spain y que no han sufrido los elevados precios energéticos que sí ha vivido la industria gasintensiva europea. En el caso de Italia, aunque también ha estado sometida al aumento exponencial de los costes del gas, su industria ha recibido ayudas contundentes por parte de su gobierno, un hecho que desde el cluster cerámico llevan meses denunciando.
Y es que la diferencia entre las medidas de apoyo a la industria tomadas por los gobiernos europeos ha sido una de las principales quejas de la industria cerámica castellonense. La semana pasada antes de la reunión del cluster cerámico con el ministro de Industria, Héctor Gómez, los propios sindicatos reconocían que, “si no ha habido mas sangre en el sector es porque las empresas partían de una situación buena y han tirado de sus recursos propios a costa de no invertir”. Sobre esto el presidente de la patronal azulejera, Vicente Nomdedeu denunciaba que, “hasta que podamos recuperar la senda de inversión otros países llevan ventaja de años. Nuestros competidores sí que están pudiendo invertir en Capex, en comercialización y marketing y sí que pueden contener los precios”, denunciaba el presidente de Ascer, que sentenciaba que “es necesario que lleguen las ayudas porque sino no recuperaremos la competitividad”.