VILA-REAL. El grupo de VOX en el Ayuntamiento de Vila-real sufre una crisis interna en el inicio de mandato y registra la baja de la formación de uno de sus tres concejales, Manuel Rubert, quien ha anunciado que mantendrá el acta en el grupo de no adscritos.
En un escueto comunicado, Rubert ha informado "que por motivos estrictamente internos y personales" deja de ser afiliado de VOX y que continuará como regidor como no adscrito "para continuar mi labor en defensa de los intereses y necesidades de mi ciudad".
Rubert accedió por primera vez a la corporación municipal tras las pasadas elecciones del mes de mayo. Se incorporó como número dos del partido de extrema derecha de la mano de la candidata a la alcaldía, Irene Herrero. Anteriormente había ejercido de asesor jurídico de la formación.
En una entrevista en Radio Vila-real ha reiterado que su renuncia se debe a divergencias con el grupo municipal y que a partir de ahora no se regirá por la ideología de VOX sino "por la gente de Vila-real". "Seguir un ideario no sienta bien en Vila-real. No sé si en Madrid conocen lo que sucede en Vila-real", ha espetado.
Ha subrayado que la entrega del acta "habría supuesto una tradición a las personas que le votaron" y ha puesto en valor su desvinculación de la disciplina de partido.
Asimismo, ha revelado que a la primera persona que avisó de sus problemas fue al alcalde, José Benlloch.
Por su parte, la portavoz de VOX ha lamentado que Rubert no ha informado de ello al partido ni al grupo y ha considerado que "debería haber dejado el acta ya que es concejal porque se presentó por VOX". "Está en su derecho de seguir pero yo la habría cedido", ha insistido Herrero, quien ha resaltado que su marcha no supondrá "un trastorno" en el grupo municipal y que continuara trabajando como hasta el momento.
La formación permanecerá con dos regidores: Irene Herrero y Fernando Archela.
Se trata del segundo caso abandono de un partido que se produce en el Ayuntamiento de Vila-real. En 2015, Alejandro Moreno se salió de Esquerra Unida y permaneció como no adscrito. Pero entonces solo quedaba un mes para los comicios municipales, y a la corporación actual le quedan más de tres años.