CASTELLÓ. La urbanización de la Unidad de Ejecución UE-36, más conocida como Cuadra Saboner, supondrá para el Ayuntamiento de Castelló una mayor inversión respecto a lo consignado en el presupuesto de 2017, cuando la Junta de Gobierno Local aprobó el 24 de agosto de ese mismo año la adjudicación de la actuación a la mercantil Pavasal Empresa Constructora SA por un importe de 182.812 euros (la licitación se situó en 205.592,10 euros).
Y no solo eso. Además, el tiempo de ejecución se prolongará varias meses más de lo estipulado tras haberse aprobado este lunes, en comisión de gobierno interior, la ampliación del plazo de realización del contrato de las obras.
El inesperado contratiempo para culminar la urbanización tiene que ver con la proliferación de actos vandálicos en la zona, situada entre el centro comercial Salera y la carretera de l'Alcora (barrios de Rosario y del Carmen). Según explican fuentes municipales, y siempre a instancias de la propia urbanizadora, los robos de materiales de construcción se han convertido en algo prácticamente habitual desde que comenzaron los trabajos a mediados de 2018.
La sustracción, por ejemplo, de cobre ha afectado seriamente al desarrollo normal de la ejecución. Tanto es así que Pavasal comunicó semanas atrás que incumpliría los plazos recogidos en el pliego de condiciones del contrato a consecuencia de la sucesión de hurtos. En consecuencia, solicitó al equipo de gobierno cierta flexibilidad para culminar la urbanización, lo que ahora se ha traducido en ese aumento del tiempo a propósito de la fecha de entrega de la obra.
El retraso, ajeno al ayuntamiento y agravado por la complejidad de la actuación, conllevará también un mayor desembolso para las arcas municipales. La urbanización de la zona, víctima en 2012 de la disolución de la empresa municipal de desarrollo urbanístico (Gumsa), responsable de acometer la actuación, estaba bloqueada hasta que el entonces bipartito (PSPV-PSOE y Compromís) autorizó en 2017 la adjudicación del proyecto con un plazo de ejecución de cuatro meses a contar desde la firma del acta de comprobación del replanteo.
La culminación de las obras resulta especialmente significativa para mejorar los accesos y dar continuidad a las arterias existentes. La señalización vertical, el alumbrado público o la instalación de mobiliario urbano transformarán por completo calles como Alcoy y el Chopo. Esa modernización implicará también enriquecer los espacios ajardinados y completar los remates de pavimentos.
El Ayuntamiento de Castelló adquirió la gestión directa de la Unidad de Ejecución UE-36 en 2016. Un año después, impulsó la licitación en el mes de mayo, haciendo oficial la adjudicación en agosto con la correspondiente publicación en los portales de contratación.