CASTELLÓ. Si uno visita el Museu de Belles Arts de Xàtiva, entre sus muros, podrá ver un cuadro del revés. Se trata del retrato de Felipe V, realizado por Josep Amorós en el año 1719 y que cuelga “cabeza abajo” desde el año 1957. Esta peculiar posición funciona a modo de "castigo simbólico" para el primero de los Borbones, que ordenó el incendio de la ciudad en el año 1707, como represalia durante la Guerra de la Sucesión.
Ahora bien, según ha descubierto el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación de la Generalitat Valenciana (IVCR+i), este cuadro no siempre ha representado a Felipe V, por lo que, al menos por un breve lapso de tiempo, no siempre tendría que haberse presentado del revés. Tal y como lo desvela la directora del IVCR+i, Gemma Contreras, gracias a la restauración que se está llevando del cuadro, se han descubierto varias inscripciones superpuestas en la cartela donde se indica el nombre del Borbón, dejando ver que el mismo retrato se utilizó para representar a más de una persona.
Gracias a un estudio realizado con luz infrarroja, el cuadro desvela que donde pusiera “Don Felipe Qvinto Rey de España” también se podría leer “Don Fernando Borbon Prinsipe de Asturias”, nombre que luego se taparía de nuevo por el de Felipe V. Atendiendo al reinado histórico del Borbón, esta cadena de inscripciones responde a los cambios dinásticos durante su reinado y al momento en el que se planteó que su hijo: Fernando VI de España, fuera el sucesor temporal tras su abdicación. Tal y como explican desde el IVCR+i este “repintado” respondería a la intención del autor de representar al hijo con la misma cara del padre, y de tal forma reutilizar el retrato.
Esta doble inscripción se ha encontrado gracias a un análisis por capas que se lleva a cabo con un equipo hiperespectral que emplea la fotografía ultravioleta e infrarroja para “radiografiar” el cuadro por capas. Tal y como lo puntualiza uno de los técnicos encargados de la restauración, David Juanes, el análisis del cuadro por capas es lo que les lleva a poder leer ambos nombres que se encuentran superpuestos como si fuera una radiografía: “La herramienta captura de los 800 nanómetros a los 1700 nanómetros y coge una imagen por cada longitud de onda, lo que resulta en unas 200 imágenes. Entre estas imágenes se ven tres nombres superpuestos, lo que nos indica que se pintó sobre el nombre, se borró y se volvió a pintar”. Esta imagen desvela que el lienzo fue “reutilizado” para representar tanto a Felipe V como a Fernando VI, cambiando solo las cartelas de los nombres, aunque con motivo de ser fiel a la intención primera de Amorós, el cuadro volverá a exponerse con el nombre de Felipe V.
Capas
Otra de las peculiaridades de la restauración de esta obra es que el cuadro, a ojos del visitante, siempre se expone del revés. Contreras desvela que uno de los requerimientos del Museu de Belles Arts de Xàtiva al Instituto es que siempre se muestre de forma invertida, aunque para la restauración resulte imposible: “Para restaurar el cuadro tenemos que descastigarlo, pero si viene alguien a verlo desde fuera hay que darle la vuelta. Originalmente nos pidieron que lo restauremos del revés, pero resulta imposible, aunque respetamos que se muestre así de cara al público”, apunta Contreras.
En todo caso, este fenómeno, a ojos del IVCR+i no es más que una cuestión de “ahorro” para pintar a ambos personajes: "Entendemos que por la similitud entre ambos querrían reutilizar el lienzo -señala Contreras- y por ello quisieron cambiar solo los nombres sobre las cartelas, parece una medida de ahorro"".
Tal y como lo explica Contreras tras la restauración, el nombre que permanecerá sobre el lienzo será el de Felipe V, aunque desde el IVCR+i apuntan que les gustaría que se añadiera en una cartela contando la historia de los dos nombres. Un relato que se desvela gracias a la tecnología punta y que desvela que la historia del cuadro también tiene capas. El cuadro, que pasará el verano en los talleres de restauración del IVCR+i, se prevé que vuelva a colgar de los muros del Museu de Belles Arts de Xàtiva en febrero de 2025, siempre y cuando el ritmo de la restauración lo permita y tras un traslado que también se realizará con el lienzo del revés.