VALÈNCIA. Han pasado cuatro décadas desde que la feria del azulejo Cevisama celebrara su primera edición. Cuarenta años en los que las tendencias del sector han acompañado y a la vez han estado propiciados por los cambios sociales y tecnológicos, que han cambiado el uso cultural de los materiales y han permitido la industrialización y la mejora de la producción, permitiendo un crisol de combinaciones y características que han ido conformando el catálogo de productos azulejeros y cerámicos a lo largo de todo este tiempo.
De las propuestas full colour de los años 80 a la preocupación por la sostenibilidad y la posibilidad de ofrecer grandes láminas porcelánicas, el interiorismo da buena cuenta de los cambios producidos en el sector cerámico. Así lo explicaron este lunes Lutzia Ortiz y Ana Benavente, del Observatorio de Tendencias del Instituto Tecnológico de la Cerámica (ITC), que en el acto organizado por la patronal azulejera Ascer, expusieron la evolución de tendencias experimentada por la cerámica en estas cuatro décadas.
Así, las expertas hicieron un recorrido desde la inauguración de la feria en 1983, "cuando Cevisama estaba configurada especialmente por la parte del azulejo y la maquinaria" con stands de "componente artesanal". Con el tiempo, explicaron, "los esmaltes, la cerámica y las innovaciones tecnológicas fueron cobrando presencia y el certamen se consolidó como feria también del baño y la cocina, y ha ido escalando con nuevos elementos como las encimeras o el mobiliario".
Los inicios del certamen, en la década de los 80, vivieron un interiorismo que "combinaba la memoria con el color", presentaba una "gran creatividad a la hora de resolver los ambientes" y "denotaba mucho optimismo", expusieron las expertas. En aquel momento, el sector "proponía productos muy técnicos" con los primeros avances tecnológicos. Era la época en la que el gas "impulsó los avances en el proceso productivo y la cerámica empezó a producir de manera industrializada".
Aquellos fueron años de "propuestas full colour", aseguraron en su exposición, con baños monocolor y donde destacaba el azulejo "con efecto de esmaltes, efectos sedosos y pavimentos rústicos". Se empezó, por otra parte, a resolver esa tendencia a la imitación de lo natural gracias a la serigrafía: efectos de marmol y piedras son ejemplos de una tendencia que ha ido ganando importancia a lo largo de los años.
El interiorismo fue evolucionando, y aunque en la década de los 90 "había todavía un interiorismo anclado a lo clásico, con grandes cortinajes e importantes adornos -también con cocinas separadas de los salones todavía-, se abrió paso el mundo del lujo y la cerámica acompañada de otros materiales". "Había más variedad y las piezas especiales formaban parte de los catálogos con propuestas como una amplia gama de mosaicos con piezas de 25x25 o simulando el precortado".
La imitación de la naturaleza fue cada vez más realista y el sector abrió el camino para piezas inspiradas en el agua y las piscinas. Además, es un momento, el de los 90, "que mezcla el mundo clásico y los mosaicos", y donde el efecto mármol sigue demostrando la innovación en las gráficas cerámicas. "Se tenía como referente el mármol rojo alicante o travertino rojo, pero para potenciar la diversidad, salieron otras versiones en verde y azul", aseguraron las ponentes, para añadir que el mundo rústico "tuvo una evolución importante" gracias a que "se empezaba a trabajar las piezas pequeñas con diversidad de tonos".
El inicio del siglo XX fue acompañado de importantes cambios en la arquitectura, lo que tuvo su repercusión directa en la concepción de los espacios y también el empleo de la cerámica. "Las viviendas empezaron a reducir el espacio y a ser más pequeñas, eso obligó al interiorismo replantear el espacio para configurar mejor su utilización". Esto hizo que surgiera el estilo minimalista, que permitía dar "sensación de amplitud". Y los avances tecnológicos alumbraron también electrodomésticos más pequeños.
A nivel técnico, "se avanzó con la impresión a rodillo gracias a los avances en las gráficas, que permitían una impresión más rápida y realista". Aquí, hubo un hito que marcó un antes y un después en la impresión de productos cerámicos: en España se presentó la primera máquina de impresión digital. Pero al mismo tiempo, se sucedieron cambios con la ampliación de los formatos, que poco a poco se hicieron "más estilizados y con un aspecto mejorado". "En las ferias encontrábamos paletas de color más naturales y próximas a los colores de la naturaleza, y el hecho de que entrar de lleno el minimalismo, hizo que se propusieran piezas cementadas con resultados mas satinados y mates, aunque también por otra parte "había alto brillo y sofisticación con un punto neobarroco, marcados por la demanda del este y del mundo árabe".
A partir de los años 2010, "los interiores, dentro de la variedad de estilos, entran de lleno en el estilo industrial, y la cerámica lo acogió como un reto para trabajar mejor los cementos y aparecieron los hidráulicos, propuestas de pavimentos y revestimientos hidráulicos".
Además, al mismo tiempo, la tecnología otorgaba la posibilidad ya de agrandar los formatos "hasta tamaños inimaginables hasta el momento", lo que permite entrar "de lleno en el trabajo para marcar murales o fotografías e incluso mármoles de grandes tamaños". "Las propuestas empiezan con murales, que se fueron dejando de lado con el tiempo, y las geométricas, que eran difíciles de implementar hasta ese momento y que con la inyección de tinta ya se podían hacer".
En los últimos años, la sostenibilidad y la importancia sobre la salud han marcado mucho las tendencias en el sector cerámico. "El interiorismo empezó a introducir el exterior en el interior de los hogares y dar apertura del hábitat al exterior", explicaron las expertas, lo que propició que en la cerámica, ya "hay propuestas donde ya no hay diferencias entre pavimentos de interior y exterior". Asimismo, la tecnología ha propiciado las grandes láminas y se ha trabajado el pequeño espesor, saliendo también "de las áreas de confort del pavimento y el revestimiento para entrar en diferentes superficies como encimeras o el mobiliario".
"Ahora encontramos alta creatividad, la cerámica puede reproducir aquello que nos imaginemos con una realidad espectacular gracias a la tecnología. Ya no sabemos si tenemos una piedra real o no delante de nosotros", aseguraron en su ponencia, y destacaron que por otra parte, "en una misma pieza podemos tener diferentes materiales, mármol con madera o cemento", por ejemplo, lo cual "es un campo fabuloso para los interioristas", que han centrado su trabajo también en apuntalar en los interiores "un mundo muy sensorial, con microrrelieves por ejemplo o acabados sedosos".