Del horno a la pista de baile: así suena Bollería Industrial

VALÈNCIA. Se les llama tortilleras, bolleras, en Chile se refieren a ellas como “lelas” . Todos estos términos son maneras de referirse a las lesbianas, la L en LGBTIQ+, las mujeres a las que les gustan las mujeres, vaya. Su orientación sexual, que ahora se lleva por bandera, pocas veces se ve representada arriba de las cabinas, o al menos no se hace de forma pública como reclamo de nuevos públicos. Con una estrategia mordaz y visible dos de estas “bolleras” se presentan: Rosa, conocida como T-RECH, y Elena, también Hackelarre, una pareja musical y romántica. 

Unidas por gustos personales y musicales buscan que se vean y se oigan más “mujeres bolleras en las cabinas” con su proyecto musical Bollería Industrial, en el que el horno “está para bollos” y para temazos. Ellas mismas se presentan como “valencianas ricas y esponjosas, directamente salidas del horno y dispuestas a calentar todas las pistas de baile”. En este reclamo entra su propósito de generar una fiesta accesible para cualquier persona de la comunidad LGBTIQ+ además de crear mixes musicales inclusivos.

Aunque Elena y Rosa ya se conocen -a título personal- desde hace cuatro años, no es hasta finales del 2023 cuando deciden fusionar sus proyectos artísticos: T-RECH y Hackelarre. De esta combinación nace lo que es ahora Bollería Industrial, un proyecto en el que desde la música y gracias a su filosofía buscan promover el reconocimiento de las “bolleras” en las cabinas y las pistas de baile. Su estilo, mezcla entre hardtrance y acidtechno, las mantiene en una búsqueda constante de nuevos sonidos con mezclas tanto a vinilo como en digital con las que esperan dar el salto a la escena club y “formar parte del movimiento generacional queer que se vive actualmente”. 

Su proyecto musical nace siguiendo el típico juego de “te tengo que presentar a una amiga”, y más pronto que tarde formalizan la unión de su música: “Nos decían que teníamos bastante en común en lo musical; es en ese momento cuando decidimos generar un contenido en directo con nuestra música más selecta para transmitir algo. Siempre nos ha faltado la referencia de mujeres en algo que sea más parecido a nosotras y eso es lo que buscamos encontrar”, añade Elena. 

Casi al unísono su pareja, Rosa, admite que lo que buscan con Bollería Industrial es que cualquier persona se sienta totalmente cómoda en sus eventos: “Queremos que las personas que vengan a las fiestas sean disidentes o no binaries; que se sientan con comunidad absoluta, tanto en el espacio como con la música. Escogemos trabajar sobre la representación de personas no binarias y también aquellas que trabajen un poco con los ideales que defendemos”, añade Rosa. Para ello lo que hacen es rodearse de perfiles que les motivan y crean lo que querrían escuchar dos apasionadas de la música como ellas.

Aunque los proyectos aún están en la primera fase del enamoramiento, la intensidad bollera les arrolla Es por ello que ya se están planeando colaborar con salas pequeñas de València y con diversos programadores para ver qué pueden hacer con su música. De momento, la primera “noche llena de bollería” se ha podido disfrutar el pasado sábado, 9 de marzo, en el Tribal Delirium - ZulúKlub (en Aldaia). También piensan en la puesta en escena y aquellas personas que quieran escucharlas más allá de la pista de baile: “Una gran parte de nuestro espectáculo es poder verlo en directo, pero también queremos que nuestras sesiones queden en abierto para que las pueda disfrutar cualquier persona en cualquier momento".

"La idea es que el público se enganche en la fiesta, en directo, pero que poco a poco trabaje con nosotras en otros aspectos”. Tras las espaldas llevan unos cinco años de creación musical, en los que se dan cuenta de que han tocado un poco todos los palos, hasta llegar a encontrar su estilo propio y la música que les define. Ahora buscan su bandeja en el horno y cuajar con el público de una manera única, mientras no pierden de vista los ideales musicales que persiguen.