CASTELLÓ. La población castellonense opta por la prudencia. Al menos así sucede en muchos de los casos, ya que las mascarillas no han desaparecido, ni mucho menos, de las calles de la provincia.
A pesar de que las comarcas castellonenses afrontaban con la menor incidencia de España el primer día en que se podía escoger si llevar la protección facial frente al coronavirus, han sido muchos los vecinos de la provincia que han optado por mantener este elemento con el fin de prevenir un posible contagio. Y no parece que la tendencia vaya a cambiar a corto plazo, a pesar de que este mismo sábado los casos que ha comunicado la Conselleria de Sanidad en la provincia han sido solo 21.
De esta manera, en las calles y espacios abiertos de toda la provincia han cohabitado este sábado quienes han optado por mantener la mascarilla y los que han preferido dejar al aire nariz y boca, con el elemento a mano, eso sí, para el caso de que se produzca una aglomeración o se entre en un recinto cerrado. En actividades destacadas y celebraciones, como las bodas, la prenda que se ha hecho famosa en la pandemia ha dejado paso a las sonrisas.
Esta prevención se ha seguido, como es obvio, de forma diferente en la provincia. Así, en playas, piscinas y otros lugares abiertos que cuentan con gran separación, las personas que han optado por este equipo de protección individual han sido menos. En este sentido, la Generalitat ha aclarado este sábado que en las piscinas solo es obligatoria esta protección en los vestuarios y accesos.
Como curiosidad, destacar que en algunas tiendas de droguería y cosmética se han producido en los últimos días cierta afluencia para la compra de pintalabios.