VILA-REAL. Solo dos meses y medio. Es el tiempo que han necesitado PSPV y Compromís, aliados en el Ayuntamiento de Vila-real, donde los primeros gobiernan en minoría gracias a la abstención de los segundos, en abrir la primera crisis entre ellos.
El detonante ha sido la dimisión del hasta ahora concejal de Deportes y Salud vila-realense, Javier Serralvo, a raíz de dar a conocer que a principios de agosto tuvo un accidente de tráfico en que dio positivo en alcoholemia. El reproche de la portavoz de Compromís, Maria Fajardo, al modo de actuación del consistorio, ha motivado la respuesta socialista por parte del propio Serralvo y del alcalde José Benlloch.
En un comunicado y en un video publicado en sus redes sociales, Compromís censura la falta de "explicaciones" de Benlloch sobre el asunto y señala que el alcalde informó a los grupos el 28 de agosto de que el edil padecía "problemas de salud", en lugar de hablar del accidente y el positivo en alcoholemia. Esta, en opinión de la formación valencianista, es una muestra clara de falta de "transparencia y claridad" en el Ayuntamiento y visibiliza por qué "no entramos en el gobierno". "Para llegar a acuerdos, hay que reforzar los vínculos de confianza, que no existen", remarca en el video Fajardo, y hace patente las diferencias entre ambos grupos.
Ante esto, Benlloch ha respondido que no fue hasta el 1 de septiembre, una vez que el abogado de Serralvo pudo acceder al expediente judicial abierto, cuando conoció "por primera vez que las diligencias" se refieren "a un presunto delito contra la seguridad vial". Una semana antes el alcalde había revocado al edil las competencias por motivos de salud (Serralvo ha sido operado y se le practicaron pruebas neurológicas) y "por el principio de precaución de lo que se pueda derivar de la investigación en curso".
Posteriormente, ese 1 de septiembre, Benlloch recomendó a Serralvo dimitir, dado que considera que es "lo mejor para sí mismo, para la institución municipal y para garantizar el derecho de defensa", concluye el alcalde a este respecto. El edil está de acuerdo con esto y así lo hace público posteriormente.
Este curso de los acontecimientos lleva a Benlloch a calificar de "desafortunadas e irresponsables a todos los niveles" las declaraciones de Compromís per Vila-real, que además había cuestionado previamente por qué se le mantuvo el sueldo a Serralvo durante casi un mes tras "provocar un accidente y dar positivo en alcohol".
Asimismo, el alcalde remarca que es "falsa" la acusación de la coalición de que se hayan desatendido las Concejalías de Deportes y de Salud durante la convalecencia de Serralvo, ya que los departamentos municipales han estado "convenientemente atendidos tanto desde la propia Alcaldía como por el teniente de alcalde Xus Madrigal, atendiendo además a que se trataba de periodo vacacional".
En el vídeo hecho público, Fajardo, acompañada por su segundo, Santi Cortells, señala que Serralvo "provocó un accidente" y previamente había "desobedecido" una orden "de la autoridad policial", que le había dado el "alto". Esto ha tenido a su vez respuesta por parte del ya exconcejal socialista, que se defiende en otro comunicado de estas "falsas acusaciones, calumnias e injurias en mi contra. Palabras con las que no solo me agreden a mí, sino también a mi familia y que envilecen el noble ejercicio de la política".
"La portavoz de Compromís y su número dos mienten a sabiendas cuando dicen que provoqué un accidente, cuando no hubo ningún vehículo más implicado. También mienten a sabiendas cuando aseguran que no atendí el alto en un control policial", asegura Serralvo. Ante estas "acusaciones muy graves y rotundamente falsas", el exedil ha dado orden a su abogado "para que formule una querella por un delito de calumnias y de injurias" contra Fajardo y Cortells.
Fajardo insiste en que todo ello es cierto -"nuestras fuentes son fidedignas", asegura- y señala que, sea por el expediente judicial abierto a raíz del siniestro, o sea por la querella de Serralvo, "en los juzgados se sabrá la verdad".
Más allá de la situación en sí, el choque de declaraciones posterior ha evidenciado la dificultad de PSPV y Compromís puedan unir sus caminos en el mandato que acaba de arrancar en Vila-real.