VILA-REAL.El 28M ha dibujado un nuevo escenario político con una 'ola popular' que ha arrasado a la izquierda. La desaparición de Podem y Ciudadanos de la mayoría de instituciones y el crecimiento de Vox abren un nuevo ciclo en muchos ayuntamientos de la provincia con contadas excepciones. Una de esas excepciones es Vila-real donde el PSPV de José Benlloch podrá conservar la Alcaldía si consigue pactar con Compromís. Las dos fuerzas de izquierda que han logrado representación en el consistorio de la capital de la Plana Baixa están condenadas a entenderse pese a sus múltiples discrepancias públicas durante la pasada legislatura.
A diferencia de los comicios de 2019 ahora el tablero es distinto para José Benlloch, que pese a haber conseguido mantenerse como primera fuerza, pierde la mayoría absoluta al pasar de trece a once ediles y necesitará los votos de los tres ediles de Compromís para poder gobernar. La portavoz valencianista, Maria Fajardo, se ha mostrado "muy contenta" por haber logrado mantener los tres concejales y por haber mejorado el resultado en votos respecto a 2019. "Nuestros ediles son clave para un gobierno sólido en el Ayuntamiento de Vila-real", ha manifestado. El líder del PSPV de Vila-real y candidato a revalidar la Alcaldía por cuarta vez consecutiva ha querido poner el foco en que pese a la pérdida de concejales, "hemos sido la fuerza más votada con más de 2.000 votos de diferencia con el PP y más de 6.000 respecto a Compromís", ha recalcado.
PSPV y Compromís, de antiguos socios a rivales
Cabe recordar que PSPV y Compromís ya gobernaron en coalición durante dos legislaturas de 2011 a 2019, un 'matrimonio' que terminó a las bravas tras las elecciones de 2019 en las que Benlloch volvió a lograr mayoría absoluta. En esta última legislatura el PSPV ha gobernado junto a Podem. Al contrario de lo que ocurría con el Acord de Fadrell en Castelló o el Botànic en la Generalitat, a lo largo de estos últimos cuatro años, Compromís ha ejercido de oposición al bipartito de PSPV y Podem y ahora, con la salida de la formación morada, se abre un nuevo escenario.
Por el momento ambos partidos todavía no se han sentado a negociar, tanto socialistas como valencianistas se muestran dispuestos a "hablar y escuchar" a todo el mundo. Todo parece indicar que lo harán más pronto que tarde ante unas negociaciones que se prevén complicadas por la tensa relación que existe entre el PSPV y Compromís a nivel local.
Una negociación que se prevé difícil
La coalición valencianista se reunirá este mismo martes en asamblea para analizar y valorar los posibles escenarios. Aunque a las puertas de una nueva campaña electoral y teniendo en cuenta que la alternativa a Benlloch sería un tripartito de Compromís con Vox y PP, los de Fajardo pondrán su empeño en lograr un gobierno progresista para Vila-real. Lo que parece claro es que sus votos para investir a Benlloch no se venderán baratos.
En el otro lado de la mesa, el PSPV asegura que se sentarán a negociar pidiendo que “se respete la voluntad de la ciudadanía”. “Todo diálogo que se pueda emprender tiene que partir de la base de lo que los ciudadanos han votado”, ha manifestado Benlloch, que pone el foco en la diferencia de más de 6.000 votos entre su formación y Compromís.
El actual alcalde ha explicado que pondrán en el centro de la negociación el programa del PSPV con 100 medidas para Vila-real y la necesidad de “sanear económicamente la ciudad” para evitar la quiebra. “Vamos a dialogar como siempre lo hemos hecho, hasta cuando hemos tenido mayorías absolutas y ahora que encima lo necesitamos vamos a intentarlo pero respetando la voluntad de los vila-realenses”, ha puntualizado el líder socialista.
