La actividad cesó prácticamente por completo en el periodo de confinamiento estricto. Fotos: Antonio PradasCASTELLÓ. Aproximadamente dos tercios de las empresas radicadas en la provincia de Castellón hubieran podido escapar al parón de la producción que decretó el Gobierno en las dos primeras semanas de abril. Así al menos lo estima el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en un servicio realizado ex profeso para esta pandemia sanitaria, denominado Información estadística para el análisis del impacto de la crisis Covid-19, recoge que el 68% de las compañías castellonenses realizan algún tipo de servicio esencial recogido entre las excepciones al paro obligatorio derivado del Real Decreto-ley 10/2020 de 29 de marzo.
Fuentes del propio INE apuntan que esta es "una estimación por exceso", debido a que muchas de las empresas "destinan solo una parte de su actividad a las actividades" recogidas en el RD, lo que permite contabilizarlas como servicios esenciales. A su vez, el INE también contabiliza otras sociedades de sectores incluidos entre los básicos a pesar de que "no tenemos constancia a nivel de detalle de que realicen o no dichas actividades". Como ejemplo de estas últimas, las fuentes del INE citan al sector textil, donde "aparecen todas las empresas, independientemente de si solo realizan batas médicas, si entre sus actividades producen batas médicas o si solo hacen otra cosa, como disfraces. Los datos no nos permiten hacer estas distinciones", señalan fuentes del instituto.
En lo que se refiere a Castellón, la estadística del INE recoge que el 94,5% de las empresas textiles podrían haber sorteado el parón obligatorio decretado por el Gobierno al reorientar su actividad hacia la confección de material textil sanitario. De hecho, son varios los ejemplos en este sentido, como por ejemplo Marie Claire, que estos días ha pasado de confeccionar medias, pantis y calcetines a elaborar mascarillas y batas médicas, y con una producción destacada, como avanzó este diario.
Otro ejemplo llega desde la principal industria castellonense, la cerámica, a la que finalmente, a través de dos notas aclaratorias, el Gobierno permitió la carga y descarga de producto, así como el mantenimiento mínimo de la producción en el caso de que el paro obligado pudiera producir daños irreparables en las factorías. Estaban así incluidas entre las excepciones al paro, como los fabricantes de fritas y esmaltes, cuyas compañías supieron desde el primer momento que podían continuar produciendo al estar encuadradas en el sector químico, pero rechazaron hacerlo.
Estos son así algunas de las ramas económicas que hubieran podido continuar produciendo, como en la práctica hicieron algunas empresas... pero hay más. Junto a los lógicos (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, producción de alimentos y bebidas, actividades sanitarias, refinería, sector químico, etc.), el INE recoge algunos otros sectores que resultan más sorprendentes como susceptibles de haber continuado con su actividad. Entre ellos cita la reparación de ordenadores (estima que un cuarto de las empresas castellonenses podrían haber seguido trabajando en esas dos semanas); la jardinería (casi un 70%); la venta y reparación de vehículos y motocicletas (con un 73%); e incluso el comercio minorista y al por mayor, con porcentajes que en ambos casos superan la mitad de las sociedades.
De esta manera, en conjunto, y como ya se ha dicho, un 68% de las empresas castellonenses podrían haber escapado, o al menos haberlo intentado, a esas dos semanas de confinamiento estricto. Estas compañías agrupan al 78,67% del empleo de estos sectores. A pesar de no ser una información exacta, con estas estadísticas el INE pretende "facilitar información que permita formarse una idea del peso de dichas actividades esenciales en el conjunto de la economía", en este caso la castellonense.
Durante la situación de crisis sanitaria se registraron casi 14 millones de contagios y más de 122.000 muertes, de las cuales un 8,65% se produjeron en la Comunitat Valenciana
