CASTELLÓ. El agitado arranque de 2020, con unas primeras semanas marcadas por la crisis del Acord de Fadrell, augura un fogoso año político. El 'desacord', la comisión de investigación sobre la sala de Seguridad, los presupuestos, el Código de Buen Gobierno o el Plan General son algunas de las cuestiones que amagan con instalarse no solo en la agenda diaria, sino también en los sucesivos debates conforme vayan avanzando los plenos.
Independiente del carácter ordinario o extraordinario de la sesión, el ideario político que caracterice el discurso de los grupos municipales irremediablemente incorporará los temas más controvertidos. A lo largo del transcurrir de los meses las materias susceptibles de ser utilizadas como bumerán contra el adversario irán en aumentando.
Cada partido hará acopio en su argumentario de aquellos asuntos que puedan tanto beneficiarle a título individual (o colectivo) como perjudicar al bloque de la bancada rival. Ese ejercicio de compilación tendrá un propósito claro: afrontar con las máximas armas posibles el debate del estado de la ciudad.
Tras el paréntesis de 2019 por tratarse de año electoral, Castelló recuperará en este 2020 el tradicional pleno en el que la alcaldesa, Amparo Marco, y los portavoces de los distintos grupos podrán explayarse para dar cuenta de los logros del gobierno o, por el contrario, para criticar la gestión municipal. El foro, sin votaciones, ofrecerá una situación real acerca del diagnóstico de Castelló.
El Acord de Fadrell no será el único que se expondrá ante la opinión pública. También la oposición pasará su examen particular, ya que, al margen de la censura al ejecutivo local, tendrá que demostrar que su fiscalización ha repercutido positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos gracias a mociones, declaraciones institucionales o enmiendas.
Para algunos de los políticos municipales, será el primer debate sobre el estado de la ciudad. En realidad, solo Marco, Ignasi Garcia (Compromís) y Begoña Carrasco (PP) repetirán. Omar Braina (PSPV-PSOE), Fernando Navarro (Podem-EUPV), Alejandro Marín-Buck (Ciudadanos) y Luciano Ferrer (Vox) se estrenarán en lo que supondrá para cada uno un desafío personal.
El pleno de 2018, celebrado el 16 de junio, estuvo marcado por las elecciones locales. Conscientes los protagonistas de que unos meses después se celebrarían los comicios (el 26 de mayo de 2019), los discursos triunfalistas y la reprobación desmesurada evidenciaron el enorme distanciamiento de posiciones entre los grupos progresistas y las formaciones de la derecha.
La porfía se centró en algunos contenidos que casualmente hoy siguen estando de actualidad, como la Junta de Festas o la ZAS de las tascas. Otros se cerraron en la anterior legislatura, como el topónimo de la ciudad o la banda municipal de música. En este contexto, la alcaldesa dio pinceladas de lo que sería el siguiente mandado, anunciando inversiones millonarias.