los directores del festival ponen todos los focos en borriana

El Arenal esquiva la sombra del FIB para volcarse en su décimo aniversario

2/08/2019 - 

CASTELLÓ. "En una década de música y de vanguardia habéis conseguido que el Arenal Sound brille con luz propia. Seguro que de la misma forma lo lograréis con el FIB". Con estas palabras se dirigía el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, a los directores del festival de Borriana, que desde este jueves y hasta el domingo celebra su décima edición. Sin embargo, fue esta la primera y única vez que se mencionó la cita de Benicàssim, y es que según expuso uno de sus directores, David Sánchez, ahora "todos los focos han de estar puestos sobre el Arenal". No obstante, fue hace poco más de una semana cuando se anunció que la empresa valenciana The Music Republic, la cual gestiona dicho festival, ha adquirido también los derechos del FIB. Una importante compra que completa el catálogo de la empresa, formado por otras citas de gran calado como el Viña Rock, el Granada Sound, Les Arts de València o el Madrid Salvaje.

Así, esquivada toda posible sombra del FIB, toca hablar del Arenal Sound. Remarcaba para empezar Sánchez lo difícil que ha sido llegar hasta el estrado de los grandes festivales. Pero más complicado ha sido, si cabe, competir. Algo a lo que el responsable de la cita define como "milagro". Una fama, desde luego extraordinaria, que se refleja año tras año en la venta de sus entradas. Este año agotadas en nada menos que 14 horas. Igualmente, el secretario autonómico de Turismo, Franscesc Colomer, considera que el macroevento de Castellón es toda "una bendición", porque ha conseguido dar "ganancia y notoriedad" a una provincia tan desapercibida, no solo en España sino en todo el mundo. De ahí, la insistencia de Colomer por continuar "convenciendo, seduciendo y fidelizando" a miles personas. Toda una "operación de marketing" que se debe aprovechar porque, a su juicio, el Arenal es una "gran incubadora de futuros turistas".

Ya lo decíamos en otro artículo, el Arenal Sound mantiene el 'trono de hierro' de los grandes macrofestivales. Mientras muchas grandes citas nacionales ven cómo sus ganancias y número de espectadores se desinflan -o no aumentan-, como así le pasó en la pasada edición al FIB, el festival de Borriana ha conseguido atrapar de nuevo a 300.000 sounders. En este sentido, sus responsables han informado de que el elevado número de entradas vendidas generarán un impacto económico de más de 40 millones de euros y 4.500 puestos de trabajo -directos e indirectos, de los cuales casi 900 se crean en la misma ciudad. Igualmente, este año han sido 300 autobuses los que han traído a 15.000 festivaleros a Burriana desde toda España y otros tantos autocares de media distancia desplazarán a unas 13.000 persona a lo largo del fin de semana.

A pesar de ello, no está todo ganado en el macroevento de Borriana. El festival ha tenido que luchar a lo largo de sus diez años contra incontables imprevistos relacionados con la seguridad de sus asistentes. Si bien nunca ha terminado por suceder nada grave, la imagen de la cita ha quedado en diversas ocasiones en entredicho, por problemas incluso con sus vecinos. Fue en 2017 cuando tuvieron que suspender los conciertos de su segunda jornada por exceso de aforo. Contra ello, la alcaldesa de la localidad, Maria Josep Safont, ha asegurado que en este tiempo "ha ido cambiando la percepción" que tiene la población sobre el Arenal. Un mayor 'afecto' que esperan ir ganando con sus mejoras de accesibilidad, de limpieza o por contar con puestos de Cruz Roja para advertir a los más jóvenes de las consecuencias del abuso de alcohol o drogas. 

"Sin música la vida sería un error", citaba José Martí, aludiendo a las palabras de Friedrich Nietzsche, como buen filósofo que es. Y lo hacía para asegurar que, siguiendo este mandamiento, "en estos días en Borriana no habrá error posible". Sus directores, los sounders, y los vecinos así esperan que sea. Por lo pronto, la organización decidía este año aumentar el recinto en 10.000 metros cuadrados de zona de césped artificial, sin ser tentados a aumentar con ello el aforo. Además, la fiesta, que coincide con la transición entre julio y agosto, se espera calurosa. Algo para lo que el Arenal ha preparado incluso pulverizadores. Que nadie se quede en la sombra. 

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