navarro apela al civismo para evitar aglomeraciones cuando se reabran los locales

El Ayuntamiento deja en manos de las tascas la responsabilidad de cumplir las normas por la covid

11/09/2020 - 

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló deja en manos de los propietarios de las tascas el cumplimiento de las normas sanitarias por la covid-19 ante la posibilidad de reabrir sus locales en las próximas semanas. Así lo asegura el portavoz del ejecutivo local en funciones, Fernando Navarro, quien apela al civismo de los clientes para evitar que se produzcan aglomeraciones en las calles Barracas e Isaac Peral.

"El titular de la actividad es el responsable de que se cumplan las medidas dictadas por el Ministerio de Sanidad y por parte de las autoridades municipales nos corresponde que, si esas actividades no se están llevado a cabo con arreglo a la ley, suspenderlas", advierte Navarro. 

No obstante, el representante del equipo de gobierno admite las singulares características del espacio gastronómico y traslada su predisposición al diálogo. Como publicó Castellón Plaza este jueves, los hosteleros valoran levantar las persianas de sus negocios tras meses de cierre, pero supeditan la reapertura a consensuar con el consistorio un protocolo de actuación. Con el propósito de impedir que la zona "se convierta en un foco de contagios", consideran esencial incrementar la presencia policial.

"Estamos dispuestos a abrir nuestras puertas para conocer sus inquietudes [empresarios]. No digo que no se contemple [el aumento de agentes], pero tampoco podemos esquivar una prioridad absoluta, que es la salud pública de la ciudad", subraya Navarro. En este sentido, insiste en referirse al compromiso exhibido por los castellonenses, a propósito de la distancia social y el uso de la mascarilla, para mostrar su convicción sobre la normalidad en las tascas.

"Todos somos conscientes de que estamos haciendo grandes esfuerzos. Si los empresarios deciden recuperar la actividad económica, las normas de prevención se cumplirán desde la responsabilidad colectiva", sostiene.

Desde marzo sin abrir

Salvo Amado y La Taska, los demás establecimientos (La Tapería Mel de romer, La Guindilla, la Tasqueta y Ernesto) permanecen con el candado puesto desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Ante la irrupción del coronavirus, el colectivo asumió que la inactividad se alargaría durante varios meses. Incluso, más allá del verano.

No en vano, la posibilidad de volver a ofrecer servicio en las barras se dejó en stand-by hasta septiembre u octubre, en función de la evolución de la pandemia. Ahora, los hosteleros sopesan retomar sus negocios en vista de que otros establecimientos regulados por la misma normativa sobre el consumo de alcohol en vía pública llevan semanas funcionando.

Se trata de aquellos que poseen terrazas o veladores. Este último mobiliario, conocido también como mesita de pie, ampara a los locales de la calle Barracas para vender bebidas alcohólicas tras la modificación de la ordenanza municipal de Convivencia Ciudadana por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) .

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