CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló valora la posibilidad de acometer una profunda renovación de las dos carreteras que transcurren paralelas a los márgenes del Riu Sec desde la ronda de circunvalación (rotonda de los caballos) hasta el Serradal. El mal estado de los firmes, con numerosos y considerables agujeros, urge a la Concejalía de Urbanismo a buscar una solución definitiva, más allá de una primera intervención, de carácter provisional, que implica tapar los baches.
La idea que maneja el área de José Luis López estriba en elaborar un proyecto que permita tanto colocar un nuevo asfaltado en ambos viales como habilitar algún tipo de carril bici y zona de paseo para los transeúntes. La obra civil está actualmente en fase embrionaria. "Al tratarse de una actuación importante, primero tenemos que decidir si la hacemos con fondos propios o buscamos otro tipo de financiación", en alusión a la posibilidad de acogerse a una convocatoria europea.
Ante el grave deterioro que presentan ambas carreteras, agravado a raíz de las últimas lluvias, la primera medida adoptada por el gobierno municipal estriba en "reparchear los socavones más importantes" en vista del peligro que suponen para el tráfico. El Ayuntamiento ofrece tres tipos de soluciones para arreglar zanjas en el pavimento. Si se trata de reparaciones a menor escala, actúa la brigada municipal. Por el contrario, si la intervención requiere de un trabajo más complejo, entran en acciones las adjudicatarias de los contratos de mantenimiento de vía pública y del plan de asfaltado.
Los dos viales que se extienden a lo largo del cauce del Riu Sec pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Júcar, aunque el consistorio tiene la cesión de uso. De hecho, ante la creciente circulación en los últimos años, el equipo de gobierno se vio abocado a solicitar la gestión de los ramales, retirando incluso los carteles que prohibían el paso.
"Tenemos que mirar cómo hacemos este proyecto y si habrá que pedir autorización a la Confederación. No son viales para soportar la cantidad de vehículos que circulan hoy en día, por lo que estamos estudiando con los servicios técnicos qué solución se puede dar", reitera López.
Otra obra civil sensible para el Fadrell obedece a la reforma integral del Camí Caminàs. Desde que el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunciara la voluntad de asumir íntegramente la ejecución, no ha vuelto a haber noticias de la administración autonómica. Según explica López, "la Conselleria está en la fase de intentar asegurarse la inversión con fondos europeos vía Next Generation. En cuanto nos transfieran el dinero, el Ayuntamiento licitará y ejecutará las obras".
Esta actuación, presupuestada en 4,2 millones de euros, está bloqueada desde octubre de 2018, cuando la alcaldesa, Amparo Marco, presentó el proyecto. El retraso derivado de las disputas técnicas con la Conselleria de Agricultura, en relación al pago de las tasas por la ocupación de la vía pecuaria, provocó que al final la consignación garantizada a través de los Edusi se derivara al Camí La Plana y carriles bici.
En enero de 2020 el consistorio solicitó nuevamente al Ministerio de Hacienda financiación europea para reactivar la mejora del vial. Sin embargo, no quedó suficientemente acreditada la reducción de emisiones de CO2, por lo que la reforma del Caminàs murió en la orilla. En noviembre de 2021, Puig se comprometió a impeler la actuación. "Por parte del Ayuntamiento nos pidieron el proyecto y toda la documentación que tenemos, y ya se lo hemos aportado a la Conselleria. Ahora depende de ellos", subraya López.