CASTELLÓ. El sector azulejero trabaja a ritmo frenético. Las buenas ventas que viene registrando en lo que va de año tienen su reflejo en la actividad de las plantas. Y a ello también contribuyen las grandes expectativas depositadas en Cersaie, que a finales de septiembre romperá una sequía de prácticamente dos años sin ferias comerciales, a excepción de Coverings, aunque en el certamen americano la presencia es mucho más reducida.
En esta tesitura, muchas compañías han optado por no cesar la producción en sus plantas en el que es, tradicionalmente, el mes dedicado al mantenimiento de las factorías, algo que se aprovecha para dar descanso al personal. Así lo apunta el presidente de la patronal de maquinaria, Asebec. Juan Vicente Bono reconoce que hay "muy pocas firmas" que pararán totalmente, con lo que el trabajo de mantenimiento habitual se ha reducido mucho. "Afortunadamente, hay mucho trabajo de ampliación de plantas, hasta final de año o más", asegura.
Desde numerosas compañías confirman estas palabras optimistas. Por ejemplo, en Argenta, Porcelanosa o STN (en esta última no parar es lo habitual); o en grupo Pamesa, donde "se harán las paradas mínimas necesarias para mantenimiento", apuntan fuentes oficiales. No en vano, en el gigante azulejero castellonense "este año con más motivo" se va a intentar perder "lo menos posible" de capacidad productiva, dadas la buena situación y las perspectivas para la segunda mitad del año, a expensas de lo que pueda suceder en Bolonia.
Tanto es así que uno de los actores que marca tendencia en la industria cerámica española (y mundial) se ha visto obligado a cambiar sus intenciones. En Porcelanosa tenían previsto, "como cada año, unos días en los que se prioriza el mantenimiento de la maquinaria a la productividad", apuntan desde el grupo vila-realense. Pero este verano han modificado su rutina "para poder atender los pedidos pendientes en grandes formatos".
Así, el grupo ha reducido la producción "únicamente en aquellas partes que, ineludiblemente, se veían afectadas por el necesario mantenimiento periódico de los filtros medioambientales y otras medidas de seguridad". Además, para poder atender el incremento de la demanda, "Porcelanosa ha aumentado su plantilla en agosto en 85 personas", remarcan las fuentes.
Eso sí, también hay firmas que han optado por apagar los hornos y realizar el preceptivo mantenimiento, como el grupo Marazzi, o Saloni, donde sí paran, en contra de la pretensión del grupo propietario, para atender las demandas laborales.
Además, no todas las compañías viven un momento tan dulce en el sector, donde la alegría va por barrios. Así, no son pocas las pequeñas plantas que, como es habitual, en agosto cesarán su producción.
Y es que, alertan empresarios de la cerámica castellonense, el fuerte ritmo fabril de los últimos meses también viene condicionado por los elevados costes, que reducen márgenes y obligan a producir al máximo con el objetivo de mantener las firmas en el límite de la rentabilidad. Así, el alza de los precios de la energía, materias primas, los derechos de emisión y los fletes marítimos -que se han sumado recientemente a este peligroso grupo- están forzando la máquina en muchas de las compañías, que viven un momento de incertidumbre que ya se prolonga y acentúa con el tiempo.