CASTELLÓ. Las empresas son las personas que las componen. Esta frase, con sus múltiples derivaciones, la podemos haber escuchado cientos de veces. Y cada vez es más así. En un mundo global, con una creciente movilidad laboral, la captación y fidelización del talento es uno de los mayores quebraderos de cabeza de los equipos directivos, de ahí la importancia que han adquirido los departamentos de Recursos Humanos en los últimos años.
Para hablar de este desafío en auge, Castellón Plaza celebró este jueves el debate El capital humano, el activo más importante, en el que participaron algunos de los más relevantes grupos y empresas castellonenses -con la excepción del sector cerámico, que ya tuvo su propio espacio- y también de la provincia de Valencia.
En la sala de Cámara Castellón, palabras como inteligencia, experiencia, aptitud o habilidad abrieron un diálogo fluido, interactivo, en el que poco a poco se hicieron hueco otros vocablos, como la actitud, la chispa o el duende con el que algunos de los participantes trataron de definir la adaptación y evolución que peones y alfiles pueden vivir en el seno de las corporaciones. Y es que, como señala el director de RRHH de Grupo Gimeno, Vicente Grangel, "gente así, que quiera ir a más y sea buena persona, hay poca". También su homólogo de Simetría, Rafael Pérez, remarca que encontrar "la chispa, es complicado", porque siempre hay algún componente "difícil de identificar".
No en vano, "la tarea de dirección de Recursos Humanos es la más compleja porque la materia prima, cada persona, es diferente", señala el director general de Cámara Castellón, Javier Valls. Y esto se agrava si "el 90 y pico por ciento de las empresas son micropymes", de las cuales "el 50 y pico no tiene trabajadores", tal y como sucede en la provincia de Castellón, enfatiza.