CASTELLÓ. El cargo de confianza de la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina, para implantar con mayor éxito su modelo de gestión empieza a definirse. El Boletín Oficial de la Provincial (BOP) publica la relación de candidatos admitidos tras concluir el plazo de presentación de instancias. Tres son los postulantes que aspiran a ocupar la plaza de director (o directora) de buen gobierno.
Se trata de Joaquín Miguel Burgar, Beatriz García y José Blas. Todos cumplen con el requisito de ser funcionarios de la administración pública. El primero, incluso, forma parte de la plantilla de empleados de la entidad supramunicipal, ya que desempeña funciones de secretario en la Oficina de Servicio a Municipios (Ofisam) de Morella. La segunda trabaja en la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca. En concreto, en el Servicio de Producción y Sanidad Animal. El tercero ejerce como vicesecretario en el Ayuntamiento de Vila-real desde el 15 de abril de 2021, cuando tomó posesión por concurso unitario.
De los tres concurrentes, Blas es el más conocido por su pasado político. Entre 1999 y 2003 ejerció como alcalde del PP en Nules. La siguiente legislatura, la primera de Francisco Camps como president de la Generalit, la inició como diputado en Les Corts hasta que dimitió para convertirse en director general de la Administración Local. En 2006, tras ser cesado, focalizó su carrera hacia las entidades municipales en virtud de su condición de funcionario con habilitación de carácter nacional. Tras promocionarse en los Ayuntamientos de Alcalà-Alcossebre, Oropesa del Mar, Onda, Utiel o Sedaví, aceptó la citada plaza de vicesecretario en Vila-real, consistorio gobernado por el PSPV desde junio de 2011, fecha en la que arrancó el amplio mandato del socialista José Benlloch como primer munícipe.
Aunque los tres candidatos ya saben que están dentro del proceso, el listado todavía no es definitivo, ya que ahora se abre un plazo de 10 días naturales para la subsanación de defectos y presentación de reclamaciones. Solo existe un solicitante excluido, José Manuel Pitarch, por no acreditar la categoría de funcionario de carrera.
Según las bases, la provisión del puesto de trabajo se realizará por libre designación. Esto significa que, una vez la lista sea definitiva, el diputado de Recursos Humanos, Joaquín Llopis, tendrá que valorar los méritos y experiencia de cada uno de los participantes para elevar una propuesta a la presidenta. Esta será en última instancia la que resolverá y adjudicará el empleo.
El cargo de directora o director de buen gobierno resulta esencial en el engranaje de Marta Barrachina. Como alto funcionario (o funcionaria) y de la máxima confianza, se ocupará de tareas estrechamente vinculadas con el equipo de gobierno. Por ejemplo, asumirá la coordinación con los responsables políticos de las áreas funcionales de la Diputación, a los que asesorará, elaborando además los proyectos de mayor enjundia. Como responsabilidades específicas, se encargará de la supervisión de los cuatro servicios más relacionados con el municipalismo: carreteras, infraestructuras, ingeniería interna y oficina técnica.
En la anterior legislatura, el socialista José Martí impulsó un puesto muy similar con la figura de director de coordinación y políticas públicas. Francisco de Borja Colón Carvajal i Fibla ostentó la plaza hasta su cese el 31 de julio de 2023.