CASTELLÓ. Las obras de la calle San Luis de Almassora encaran su último mes de ejecución para ganar cerca de 1.500 metros cuadrados de superficie accesible en Almassora, según han informado este miércoles fuentes municipales a través de un comunicado, en el que se explica que los técnicos municipales han ratificado que los trabajos en la acera oeste ya han finalizado y se desplazan ahora al tramo situado enfrente para culminar el calendario marcado antes de lo previsto.
La mercantil castellonense Latra 2010 ejecuta las obras con un presupuesto de 109.985 euros que financia en su totalidad la Diputación de Castellón para poner en valor el tramo comprendido entre la avenida José Ortiz y la calle Santa Quitèria (l’Alcora). El consistorio ha obtenido el 100% de la subvención en el Plan de Cooperación Provincial de Obras y Servicios con el diseño redactado por los arquitectos municipales.
La alcaldesa, Merche Galí, y la concejala de Urbanismo, Carmina Martinavarro, han visitado los trabajos, que comenzaron en enero en la acera oeste desde la confluencia con la calle Santa Quitèria y han avanzado hacia José Ortiz hasta completar ese tramo. En la actualidad se han desplazado a la acera frontal, obligando a mantener durante la ejecución un único carril de circulación para el tráfico rodado.
Por otro lado y tal como se señala en el comunicado emitido desde el Ayuntamiento, las responsables municipales han pedido disculpas por las molestias causadas a residentes y conductores mientras duren unas obras encaminadas a mejorar la seguridad, ampliar los espacios para peatones y garantizar más de un kilómetro de accesibilidad, según el proyecto redactado por los técnicos municipales para optar a la subvención de la Diputación de Castellón.
La acera ya reformada ha incorporado el arbolado que demandaron los residentes para evitar aquellos que ensucian el pavimento con resina o frutos. Al tiempo, las confluencias con las calles perpendiculares permiten ya el paso con carros de bebé y de la compra a través de las rampas ejecutadas para cumplir la normativa de accesibilidad, infringida hasta la fecha tal como puede apreciarse en el lado de la calle que está pendiente de reformar. Los peldaños impiden el paso a personas con discapacidad en esta zona.
La nueva configuración incluye pasos de peatones en los cruces y la alineación de la calzada con la acera a una misma cota en el tramo de Purísima hacia Pere Cornell. La remodelación, como estaba previsto, mantendrá los dos sentidos de circulación para evitar embotellamientos, sobre todo, en días de mercado, sacrificando el aparcamiento alterno mensual.