El Consell compra el Castell de Montornés y da otro paso en la recuperación del patrimonio provincial

CASTELLÓ. El Consell continúa con su labor de recuperación del patrimonio natural y cultural, que en la provincia de Castellón se ha plasmado ya en la reintegración en el patrimonio público de parte del pico del Penyagolosa y del Castell de la Todolella. A ellos se suma ahora el Castell de Montornés, en Benicàssim. 

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha anunciado la compra por parte del Gobierno autonómico de 178 hectáreas del Parc Natural del Desert de les Palmes que comprenden esta fortificación de origen árabe que en el Siglo XI fue además parte de la Corona d'Aragó en tiempos de Pere el Gran, hijo de Jaume I y Na Violant d'Hongria. 

Una vez acordada la transacción con los representantes de la compañía Cornisa de Azahar, con quienes se reunió este martes en la Casa dels Caragols, por 1,85 millones de euros, Puig habló de un "día especial para todos los castellonenses y valencianos por lo que significa el Desert de les Palmes". 

Y es que el Castell de Montornés, sobre todo la torre más cercana al mar, es una de las siluetas más reconocibles del Desert y una excursión habitual para los aficionados a pasear por este parque natural, que se reparte por cinco términos municipales: Benicàssim, Cabanes, la Pobla Tornesa, Borriol y Castelló de la Plana.

La mayor parte, en manos privadas

A pesar de la compra de las cuatro fincas ahora pactada, la inmensa mayoría de las 3.100 hectáreas que comprenden el área protegida del Desert de les Palmes están en manos privadas. Tan solo 330 hectáreas, un 10,7% del total, son de titularidad pública, ha señalado Puig. 

Ahora llegará el momento de que los técnicos encuentren vías para poner en valor los restos de esta fortaleza, que fue "parte del Reino de Valencia" y de la que se conservan restos de la muralla, dos aljibes y dos torres, los dos elementos más reconocibles, desde la carretera del Desert y desde la costa. La construcción está catalogada como Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat.

Además, las cuatro fincas adquiridas también destacan por ser "una de las zonas de mayor valor ecológico del parque", ha resaltado el jefe del Consell. Historia, flora y fauna y valor paisajístico coinciden en un rincón de Castellón que se va a tratar de revitalizar como atractivo turístico y que es "uno de los grandes tesoros de la Comunitat, y ahora un poco más nuestro", ha concluido Puig.